LEER, ABRIRSE VENTANAS
Leer
es abrirse ventanas. Es la actitud contraria de quien mira el mundo por un
agujero, el aguajero de la tecnología, de su propia tradición, de la visión de
su propia familia. Así solo verá una pequeña parte del mundo, la que tiene ante
los ojos. Ciertamente con eso habrá muchos que se darán por satisfechos. Ah, la
ignorancia también es una zona de confort. Quien encuentra allí su nido y tiene
lo básico para vivir puede que no tenga la tentación de arriesgarse a saltar de
él. Incluso llegará a decir que eso es lo mejor del mundo o todo el mundo.
Para
la parte de la realidad que no ve ni siquiera tendrá palabras para decir en qué
consiste. Esa realidad no existirá para él. Es más ni quiera será capaz de
imaginarla.
La
conquista del mundo, todas sus dimensiones, sus posibilidades, sus significados
ha sido la gran obra de la humanidad durante siglos. La memoria se transmitía
boca a oreja fundamentalmente dentro de la propia familia. Desde que se inventó
la escritura la memoria de la humanidad está en los libros y cualquier persona
puede acudir a ellos para conocer la memora de toda la humanidad. Las
traducciones han permitido que cualquier persona disponga también de la memoria
escrita en lenguas que el lector desconoce. Para acceder a la memoria de la humanidad
reseñada en los libros lo único que se ha de hacer es algo tan sencillo como leer.
Una
vez que, a través de la lectura, se dispone de esta memoria y de las palabras
con la que está contada esas mismas palabras son la herramienta para seguir penetrando
en otros significados, o sea para pensar.
La
lectura es fundamental. En los libros tenemos a mano la experiencia de las
generaciones anteriores a la nuestra, sus indagaciones, las reflexiones de las
mentes más despiertas y más clarividentes que nos han precedido.
¿Puede
haber quien no desee abrirse ventanas? Los hay. Hay personas que se distraen en
múltiples cosas. Lo preocupante es que los planes de estudio puestos en marcha
por los poderes públicos a veces dan la impresión de que no están por abrir
ventanas a los ciudadanos que aún se están formando. Quiero pensar que solo es
porque conciben la sociedad como una gran máquina de producción para satisfacer
sus necesidades y sus caprichos. No deseo ni siquiera sospechar que pueda ser
para evitar suscitar mentes críticas ante el poder. Pero evidentemente
empobrecen a los ciudadanos.
El
informe PISA de forma recurrente nos va indicando que la capacidad de comprensión
lectora se va reduciendo. Mal presagio para que nuestra comprensión del mundo
sea compleja. Cualquier simplificación juega contra nosotros, nos infatiliza. En
otras palabras, nos hace regresar a un estadio primitivo. En algunos textos reconocidos
están las visiones más complejas y contrastarlos entre sí es el camino que nos ayuda a avanzar.
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