miércoles, 25 de septiembre de 2013

CREAR LECTORES

   A mediados de octubre se celebra en Francia, en Port-Leucate un encuentro de animadores de la lectura. Cuando se habla de ella uno sospecha que es porque se ha convertido en un problema. Tal vez siempre lo fue pero hoy somos conscientes de lo que supondría una sociedad sin lectores críticos. El remedio es sencillo pero lento: el contagio entusiasta de los que leemos. 
« Il y a sans doute autant d'itinéraires de lecteurs qu'il y a d'histoires individuelles, mais quelques constances traversent cette diversité. (...) Quand un lecteur bénévole ouvre un livre devant des enfants, il participe à tout un théâtre de gestes, d'habitudes, de façons de dire ou de faire qui renouvellent la croyance dans la lecture et contribuent à la formation sociale et culturelle du lecteur. De ces communautés proches où on se conseille des livres, on s'en prête, on en parle... les participants ne ressortent pas indemnes, touchés par la diversité culturelle », Yvanne Chenouf. 

martes, 3 de septiembre de 2013

VISIÓN BIBLIOTECONÓMICA DEL MUNDO

En un curioso libro de Carlo Fabretti, El libro infierno, he encontrado unos párrafos que tengo ganas de compartir. A menudo un lector encuentra un texto con el que se identifica y que él no hubiera sabido expresar tan bien. Este es una de las ocasiones en que a mí me ha ocurrido.

  "Hay diversas maneras de ver el mundo y de contar su historia (...). Una de ellas la podemos llamar visión biblioteconómica del mundo según la cual el libro es la culminación de un proceso evolutivo que comienza con la materia inanimada, se inflama con la vida y se ilumina con la conciencia. Y la luz de la conciencia se condensa en la palabra (la carne se hace verbo), que a su vez cristaliza en la escritura.
   El libro es, por tanto, epítome y emblema de la definición y la continuidad de la conciencia. Poco importa, a efectos teóricos (aunque mucho a efectos prácticos) que el soporte de la escritura sea la piedra, el papel o el silicio (otra vez la piedra): un conjunto de palabras salvadas de su aérea volatilidad es, por ahora, el máximo logro de la conciencia, o sea, del universo."

miércoles, 7 de agosto de 2013

UNA CASA EN EL LAGO, en ebook

La editorial de libros digitales Leer-e (Pamplona) acaba de lanzar en forma de ebook mi libro Una casa en el lago dentro de la colección Akobloom . Esta obra tuvo muchos años de vida en papel con varias ediciones en la veterana editorial La Galera de Barcelona. Allí se publicó con el título Una casa a la deriva. La coincidencia con el título en lengua catalana, también publicado, nos ha aconsejado introducir este cambio. Celebro esta nueva vida de libros como este a los que les tengo cariño por dos razones fundamentalmente: porque forman parte de mi biografía y porque críticos diversos vieron méritos en ellos. Si lectores ajenos han señalado su vigencia no seré yo quien los mate. ¡Larga vida a Una casa en el lago! ¡Ojalá!
   Otros siete libros han tenido la misma fortuna, trasmigrar a la forma digital como el lama de la leyenda se perpetuó trasmigrando al gato birmano. Él está dispuesto a hacerlo hasta alcanzar la perfección. Es un lama.
   El libro se puede encontrar en diversas plataformas. La dirección:
   http://www.leer-e.es/ebooks/una-casa-en-el-lago

miércoles, 31 de julio de 2013

AKOBLOOM. Literatura infantil y juvenil recuperada en formato digital

En el número 273 de la REVISTA DE LITERATURA que publica Centro de Comunicación y Pegagogía acabo de publicar el siguiente artículo. Los números de esta revista se pueden conseguir en papel o en digital en www.comunicacionypedagogia.com.

La oportunidad digital
La literatura, además de creación, es un producto con el que, debidamente empaquetado, se comercia. Nadie duda, por tanto, que esté sometida a las leyes cambiantes del mercado. La práctica comercial que hoy se aplica es que, si un texto publicado en papel no tiene una rotación suficiente, la empresa que lo ha lanzado lo retira del mercado porque, de lo contrario, le cuesta dinero. Como es fácil de comprender, esta práctica responde a unas expectativas de retorno de la inversión muy altas y a cortísimo plazo.
Esto hace que los libros tengan una duración cada vez más corta. Por este motivo muchos de ellos, incluidos textos notables, no están disponibles para los lectores. Es evidente que, de esta manera, ni se atiende a la preservación de la calidad ni a la conservación del patrimonio cultural. Pero ¿cómo recuperar esos textos?
La tecnología digital ha venido en ayuda de las necesidades culturales. Un notable ejemplo es la iniciativa de la editorial digital Leer-e al lanzar la colección Akobloom.  Este extraño nombre cobija una excelente colección de literatura infantil y juvenil en formato ebook. Por su planteamiento, por su ambición, es una nueva oportunidad para la literatura. Así empezamos a entenderlo todos, autores y lectores.
El debate digital vs. papel sigue vivo, pero cada vez está más amortiguado. Ha perdido gran parte de su virulencia porque los hechos cantan. Y las razones sentimentales que a veces se aducen sirven para los que nos educamos sólo con libros impresos en papel pero no para los jóvenes, que son nativos del mundo digital.  Ofelia Grande de Andrés, directora de Editorial Siruela confesaba hace poco: “La diferencia entre lo digital y el papel está en los procesos técnicos, nada más. No es que estén condenados a entenderse; deben complementarse, pues hay que ofrecer a los lectores el mismo contenido en libro digital y de papel para que él pueda escoger.”
Aunque lentamente, el mercado digital avanza. Lo más previsible es que en muy pocos años coexistan casi los libros en los dos soportes, en papel y en formato digital.
Como es fácil suponer, la punta de lanza de este proceso está en Estados Unidos donde ya se están llevando a cabo potentes iniciativas para la preparación masiva de libros en formato digital a la espera de que esta forma de edición sea un negocio aún boyante. Para saber hacia dónde irán las cosas aquí hay que ver lo que está pasando allí donde esta forma alternativa de edición ya es rentable.
Si las cosas no avanzan más deprisa, no es porque no haya posibilidades tecnológicas para ello sino porque no se han tomado medidas para que haya textos de calidad a un precio asequible que desincentiven la descarga ilegal.  

Iniciativa pionera. Leer-e
Alineándose muy pronto en esta estela que apunta al futuro, en 2009, un joven emprendedor navarro, Ignacio Latasa, logra que Carmen Balcells, la célebre agente que controla los derechos de importantísimos autores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Eduardo Mendoza y otros muchos, le ceda los derechos para lanzar en digital obras de todos ellos.  
Estas van saliendo en la colección “Palabras Mayores”, título realmente acertado si consideramos las obras que contiene. La colección se ha hecho notar y ya se ha ganado un merecido reconocimiento. The Global eBook Market 2011 se hacía  eco de la iniciativa de Leer-e, saludaba el esfuerzo de digitalizar grandes obras de autores españoles y latinoamericanos actuales como algo muy significativo y afirmaba a renglón seguido que la excelente selección de “Palabras Mayores” en formato digital no sólo era comercialmente posible sino ya exitosa.
Mientras Leer-e iba asentándose en el mercado literario de adultos, el más importante sin duda, pensaba en su expansión a otros ámbitos sectoriales considerados también de gran potencial.

Un nuevo frente: la literatura infantil y juvenil
La iniciativa de entrar en el campo de la literatura infantil y juvenil comienza a fraguarse en otoño de 2010. Nace del interés de Leer-e por expandirse y de la iniciativa de Luis Arizaleta, tenaz impulsor de iniciativas culturales. Él fue uno de los creadores  ya en 1994 de Fira, importante iniciativa de fomento de la literatura infantil y juvenil en Navarra, y autor de libros como La lectura, ¿afición o hábito? (Anaya) y Circunvalació. Una mirada a la educación literaria (Octaedro).
Durante la primavera de 2011 el mismo Ignacio Latasa, director de Leer-e, y Arizaleta, presentan a 25 autores en Barcelona, Madrid y Pamplona su idea de crear una colección de literatura juvenil en forma digital. Yo mismo estuve presente en la reunión convocada en Barcelona.
Los dos nos expusieron su idea durante una larga sesión y explicaron con claridad las condiciones en que nos invitaban a los autores a tomar parte en ese iniciativa.
Algunos vimos enseguida una excelente oportunidad para nuestros libros descatalogados. La iniciativa propiciaba la pervivencia en el mercado de muchos títulos ya desaparecidos del mismo. Naturalmente sólo podíamos ofrecer a Leer-e para su publicación digital aquellos títulos libres de compromisos contractuales con quienes habían sido sus editores en papel. Muchos de esos libros habían tenido un amplio recorrido mereciendo durante años la atención de los lectores y las bendiciones de la crítica.
Del trabajo de selección de los títulos se hizo cargo Luis Arizaleta, actualmente director literario de la colección Akobloom bajo cuyo nombre salen al mercado. En primavera de 2013 se han lanzado los primeros títulos que ya están presentes en múltiples plataformas a disposición de personas de todo el mundo. Entre ellos están:  
A la sombra del maestro, de Juan Farias
El amigo oculto y los espíritus de la tarde, de Concha López Narváez
El collar del lobo, de Jesús Ballaz
El ángel caído, de Fernando Lalana
La gripe de Búffalo Bill, de Paco Climent
La isla de la enanita barbuda, de Juan Kruz Igerabide
Juego de piratas, de Seve Calleja
No todos los amantes se llaman Romeo, de Josep Albanell
Molinete, de Pilar Mateos
Tulinet, las siete vidas del gato, de Ricardo Alcántara
El mapa de los sueños, de José A. Ramírez Lozano
Yo puedo decir que he recibido esta iniciativa como una excelente oportunidad para algunos textos míos como El barquero, Turno de noche, El hombre que se perdió a trozos, La cueva del extranjero, Tendido sobre la nieve, Un pacto de silencio…  El mundo digital abre una nueva ventana para la difusión de mi obra y para mantener el vínculo con los lectores. Es una ventana atractiva porque los niños y jóvenes se sienten especialmente atraídos  ella por la novedad de la tecnología. Ellos no son emigrantes sino auténticos nativos de ese mundo. Han crecido con él. Y su vínculo emocional con el papel, mucho menor que el de los mayores, no les crea reticencia alguna.

Recuperación necesaria y mercado global
La oferta digital hace que los lectores jóvenes de todos los países latinoamericanos, de Estados Unidos y niños de otros lugares que están estudiando español tengan acceso directo a nuestros textos. Nunca hubiera pensado que en Argentina, Chile, Colombia, México pudieran acceder a mis libros con tanta facilidad. Es un lujo, una estupenda oportunidad.  
A menudo, gestores culturales y, en concreto, animadores a la lectura lamentan la desaparición del mercado de libros notables que tuvieron una notable presencia en un determinado momento. Ninguna cultura se puede permitir que sólo por criterios comerciales se rompa la cadena de trasmisión literaria.  
Esta iniciativa lo va a evitar con muchos textos porque responde a las nuevas posibilidades que ofrece la tecnología y porque los niños están ávidos de llegar a todas partes por ese medio que les fascina.  
Akobloom, tecnológicamente contemporánea, facilita el acceso del lector a ciertas obras de literatura infantil y juvenil española de calidad a un precio asequible. A través de esta excelente colección nuevos lectores tendrán acceso a muchas obras. Habrá que ver cómo se realiza la orientación, recomendación y acompañamiento de estos lectores que van creciendo en la aventura de leer en soporte digital.  
 Los acuerdos de cesión de derechos para la edición digital son ventajosos para los autores.  La editorial, que aporta la inversión y el trabajo para preparar la edición y para poner estos libros en el mercado en la mayor parte posible de plataformas, está realmente dispuesta a compartir el éxito. Esta forma de edición tiene la ventaja de que los costes de digitalización y de distribución son notablemente menores que los de los libros impresos en papel y la logística de los mismos.
El acceso del consumidor a estos libros digitales aún se ha normalizado masivamente porque todavía no se ha creado el hábito de acceder a ellos. Pero todo se andará. De momento ya es mucho disponer de una buena colección, Akobloom, con libros de calidad, al alcance de la curiosidad de los lectores. De su futuro el tiempo dirá. Pero hay motivos para la esperanza. Desde luego, el viento sopla en esta dirección.

                                                                          

miércoles, 29 de mayo de 2013

EL MUNDO DE AYER... ¿Y EL DE MAÑANA?

Acabo de leer un libro que lamento no haber leído antes: El mundo de ayer, de Stefan Zweig. El escritor austriaco traza en él su autobiografía intelectual pero al mismo tiempo el libro es un alegato moral contra la superficialidad, un canto a la unidad de Europa y al entendimiento entre las naciones, y una lección de pedagogía de la lectura que conduce a una sólida formación intelectual.
Voy a limitarme a copiar unos párrafos que revelan su pasión por conocer, su curiosidad, ya en su primera juventud sin haber apenas haber abandonado aún la adolescencia.
   "Sobre todo leíamos, leíamos todo cuanto caía en nuestras manos. Buscábamos libros en todas las bibliotecas públicas, nos prestábamos mutuamente cuanto podíamos obtener. Pero el mejor lugar para informarnos de todo lo nuevo era el café.
   Para comprender esto hay que saber que el café vienés es una institución muy particular que no puede compararse con ninguna similar del mundo. Es, en realidad, una especie de club democrático al que tiene entrada todo el que consume una tacita de café y donde cada cliente, a cambio de esa pequeña consumición, puede quedarse sentado horas y horas para discutir, escribir, jugar a los naipes; donde puede recibir su correspondencia y, sobre todo, consultar un sinfín de diarios y revistas. (...) De esta manera sabíamos todo cuanto acontecía en el mundo a base de informaciones de primera mano; nos enterábamos de cada libro que aparecía, de cada estreno, y comparábamos las críticas de todos los diarios. Es posible que nada haya contribuido tanto a la agilidad intelectual del austriaco como esta posibilidad de informarse tan ampliamente sobre todos los acontecimientos del mundo en el café, donde, a la vez, los podía discutir en el círculo de sus amigos."
   ¿No habrá manera de reconquistar espacios y momentos insólitos para la lectura y para dar pábulo a la curiosidad intelectual?
   Reinventar esos espacios y popularizarlos entre los jóvenes sería una gran aportación al mundo de hoy y de mañana.

sábado, 27 de abril de 2013

EL LIBRO INTERIOR

Todos vamos escribiendo nuestro propio libro interior. Se compone de muchos libros, de muchos pensamientos sueltos. La mayoría de las personas no lo entrega por escrito. Tal vez no lo hace por pereza. O porque prefiere guardárselo celosamente.
Los escritores tenemos la osadía o la desvergüenza de hacer público nuestro propio libro interior. A menudo lo hacemos por entregas. A veces es una entrega auténtica; otras pura simulación, libros mentirosos. Unos valen la pena; iluminarán la vida de algunos de sus semejantes, Otros, no tanto. Serán sólo papel impreso; un puro canto a la vanidad.
En ese libro interior de cada uno hay pensamientos íntimos que los han escrito otros antes que nosotros. Los adoptamos como nuestros. A veces citamos la fuente; otras, la fuente cae en el olvido.
He recogido algunos que me habían nacido dentro, los tenía de manera informe, pero que en un momento determinado me he dado cuenta de que otros los habían escrito antes mucho mejor de como yo lo hubiera hecho. A menudo me hago el propósito de ir recogiéndolos. Espigo algunos y después me canso de hacerlo.
Hoy he encontrado en unos folios amarillentos más de cuarenta que copié no sé cuándo. Voy a citar algunos. Es fácil que también formen parte del libro interior de quien lea esto.
"Lo que da belleza al desierto es que esconde un pozo de agua en alguna parte". Saint-Exupéry
"Es casi imposible leer algo bello sin sentir deseos de hacer algo bello". John Steinbeck
"La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad del hombre que lo mira". Lyn Yutang
"Cuando escribo, pretendo recuperar algunas certezas que me puedan animar a vivir y ayudar a los demás a mirar". Eduardo Galeano
"El tigre no proclama su tigritud, pero mata a su presa y se la come". Wole Soyinka
"El papel cubierto de escritura arde peor". Mijail A. Bulgákov
"El corazón del jinete tiene que salvar el obstáculo antes que el caballo". Emilio González  

sábado, 6 de abril de 2013

CÓMO HABLAR DE LOS LIBROS QUE NO SE HAN LEÍDO

Este encabezamiento no lo he escogido para atrapar al lector. Es el título de un libro de Pierre Bayard publicado por Anagrama. Desde el momento que lo leí me pareció un texto muy iluminador del proceso de construcción que produce la lectura en quien la practica.. Por eso lo traigo a colación en este blog.
O sea, que si lo que uno pretende, atraído por ese provocador título, es aprender trucos para encandilar a amigos o desconocidos no hace falta que abra el libro. A pesar de lo que puede parecer, es un libro serio.
Bayard pretende tres objetivos muy simples, no demasiado alejados de los que persiguen los que intentan fomentar la lectura:
1. El primero es terapéutico. Aunque el que lee suele tener mejor consideración social, el no-lector no se ha de sentir culpable por no leer. Quien se ve en el brete de tener que intervenir en conversaciones en que se habla de libros que no ha leído no lo debe vivir con angustia o remordimiento.
2. El libro no incita a abandonar la lectura. Simplemente está a favor de la lectura como creación, aunque el origen del ejercicio de esa creatividad no sea una lectura sino sólo noticias de oídas u hojeadas rápidas o comentarios sobre un libro.
3. Los libros, hayan sido leídos o sólo se tenga noticias inteligentes de los mismo, contribuyen al cultivo de la persona y ayudan a crear.
El autor repasa diferentes formas de acceso al contenido de los libros. Y al hacerlo canta el elogio de la deslectura al afirmar, a través de ejemplos que hacen referencia a experiencias de ilustres hombre de letras como Musil, Valery, Eco o Montaigne, que, a menudo, el resultado de cómo se conoce un libro no difiere tanto entre quien no lo ha hojeado, habla de él por referencias o ya lo ha olvidado porque hace mucho tiempo que leyó.
Tras su análisis sobre la deslectura a partir de estos cuatro autores, Pierre Bayard nos sitúa en el punto de arranque de su reflexión sobre la lectura. Su tesis es que, aun sometida al inevitable olvido, la lectura en la medida en que es creativa nos llena e incentiva la reflexión. Y en definitiva esta creatividad es lo que interesa. Ésta no requiere siempre la lectura total de un libro sino que se puede alimentar de lecturas parciales, de referencias, vistazos rápidos o de lo que queda de una lectura ya olvidada.
¿Cuál es la razón de esto que puede parecer tan chocante? Según Bayard, entre el relato que hacemos del contenido de un libro y lo que éste dice en realidad media lo que él llama el libro interior. Da este nombre al conjunto de representaciones -individuales o colecticas- que hemos ido construyendo dentro de nosotros mismos. Este libro interior del que nos hemos ido dotando filtra todo lo que nos llega y decide qué elementos retiene y cómo los reinterpreta para que cuadren con él.
Cualquier libro del que tenemos noticia, directa o indirecta, es sometido a un proceso inevitable de transformación por nuestro libro interior. Lo convertimos de hecho en libro-pantalla de manera que siempre hablamos sobre nuestros  libros-pantalla no sobre los libros "reales". Por este motivo dos personas que han leído un mismo libro pueden reflejar lecturas bastante diferentes.
Ahora bien, cuanto más complejo sea nuestro libro interior con más sentido seremos capaces de hablar de determinado libro. Esa complejidad -y aquí viene el elogio de la lectura- se consigue en buena parte leyendo. El lector logra libros-pantalla más ricos y llenos de sentido cuanto más haya enriquecido su libro interior con la lectura.
Aprehender el contenido de un libro supone captar en él aquellos aspectos que enriquecen el propio libro interior. "El libro interior individual actúa en nuestro deseo de lectura, esto es, en la manera en que buscamos y, más tarde, leemos libros. Representa ese objeto fantasmático en busca del cual vive todo lector y del cual los mejores libros que encuentre en su vida no serán más que fragmentos imperfectos que le inciten a continuar leyendo."

jueves, 21 de marzo de 2013

VERSOS DE JUVENTUD

Hoy he encontrado una carpeta en la que había guardado versos de juventud. He estado tentado de tirarlos a la papelera pero finalmente no lo he hecho. Los primeros escritos me recuerdan de dónde vengo. Y los de poesía en concreto me evitan toda nostalgia de pensar en qué hubiera pasado si no hubiera dejado de escribir poesía. Aquí dejo una muestra de un tanteo que me fue revelando mis limitaciones en este campo.
    Cielo y tierra doran pan
    sobre pajas cimbreantes.
    ¿Quién subió el trigo a la espiga?
    -El agua de los sudores.
    Cielo, tierra,
     paja y hombres.

martes, 5 de marzo de 2013

ROMANCES DE PILLOS DE CIUDAD

La picaresca ha sido un género que siempre me ha gustado. El Lazarillo de Tormes lo leí de muy joven y me gustó a la primera. Los libros para niños que tienen esta componente gustan a los lectores y contribuyen a aguzar su ingenio. Con acierto o no, he procurado utilizar a veces este recurso. Hace muchos años Luis Carandell publicó en la revista Triunfo, si no recuerdo mal, romances pícaros que le permitían incidir en la crítica social de una forma aguda, divertida y fácil de entender. La poesía se me resiste. Por eso nunca he escrito versos que fueran más allá de un ejercicio personal y un divertimento. Sin más intención que ésta, ahí va una muestra de unos romances de pillos de ciudad que sólo he compartido con cuatro amigos. Si son una incitación a alguien que lo haga bien lo celebraría. 
INTRODUCCIÓN *

En la plaza de los Sauces
enfrente de san Martín  
en torno a un ciego se agolpan
los que le quieren oír.

Les cuenta viejas historias
de pillos que conoció
en tiempos en que a su perro
con longanizas ató.

Le creen a pie juntillas,
que no está ciego el cantor,
que lo están los que lo escuchan,
pues aquello no pasó.

Os trascribo unas historias
que, paciente, recogió
el magín de este rapsoda
y su buen magnetofón.

Sólo tendrás que subirlas
del papel a la garganta
por esa escalera estrecha
que utilizan las palabras.  



ARTURO TIENE UNA MOTO *

   Arturo tiene una moto,
no penséis que es de verdad,
que no le ha costado un euro
y no arranca ni a pedal.

   Se la ha construido a piezas
que ha encontrado al desguazar
bicis, coches, un armario
y tijeras de podar.

   A sus amigos ha dicho
con toda su seriedad
que tiene cuadro de acero
y manillar de nogal,

   y unas ruedas más ligeras
que el aire de vendaval
y un motor que arranca solo
sin tenerlo que empujar,

   y que corre a ciento veinte.
A ciento veinte ni hablar,
que está parada en su casa,
en el cuarto de fregar.

   La moto que él deseaba  
le costaba un dineral,
su padre que no era tonto
no se la quiso comprar.

   Arturo, que tiene fama
de embustero de ferial,
una vez más ha mentido   
pues su moto no es real.

   Los sueños sólo son sueños
hasta que son realidad
pero mientras los soñamos
los podemos disfrutar.

domingo, 24 de febrero de 2013

MUÑECA DE OJOS AZULES

Gerardo había visto el mundo durante muchos años con  los ojos de su mujer. Por suerte había sido una mujer de mirada aguda y serena. Tras su muerte, él debe mirar por sí mismo.
El protagonista es un jubilado que está a punto de tomar la decisión de dejar su casa e ir a Berna a vivir con su hijo y su familia. Parece resignado a cerrar el ciclo de su vida. Con naturalidad, como hacen tantos...
Pero entonces sucede algo inesperado. El hombre tiene algunos indicios de que hay alguien que duerme en su garaje. La situación le incomoda. Pero no quiere resolverlo por los vía policial. Piensa que si alguien ha tenido que recurrir a ese extremo es que tal vez está muy desesperado y lo necesita. Y no sólo eso. Ese alguien confía en él...
El hombre poco a poco, y muy discretamente, va abriendo sus ojos a lo que ocurre a su alrededor. Ya es él el que mira con sus propios ojos. El interés por esa persona desconocida hace nacer un afecto y la sensación de que su vida no se ha terminado mientras sea útil para alguien.
Gerardo, en un largo relato de tono epistolar, va contando a su hijo lo que le va ocurriendo -va de sorpresa en sorpresa-, motivo por el cual retrasa el momento de reunirse con él y su familia...
Lo inesperado puede cambiar la vida de cualquier persona si ésta es capaz de captarlo como una oportunidad...
Pues bien, éste es el inicio de una novela juvenil -que creo que acabará  titulándose Muñeca de ojos azules- que el jueves pasado 21 de febrero recibió el premio Paraules de Icària promovido por Edicions Saragossa y el Ayuntamiento del barrio de Sant Martí de Barcelona.
Me alegra este reconocimiento pero sobre todo estoy contento de que el libro se publicará muy pronto, para el día del Libro, el día de sant Jordi. Me contentaría con que algún lector viera en el coraje del protagonista un camino para estos tiempos de crisis.

martes, 12 de febrero de 2013

ACABA DE APARECER

Acaba de aparecer en las librerías de Cataluña mi último libro Moguda el cementri, Animallibres. Comparto la autoría del mismo con Eric Villa, talentoso ilustrador en la línea de trabajos cercanos al cómic.
Se trata de una segunda entrega que sigue al publicado hace dos años El parc de la Casa Tenebrosa (en castellano salió en la editorial Algar del mismo grupo Bromera). Ambos forman parte de la colección El Mussol Detectiu que reúne a los clásicos de narraciones detectivescas en que la ilustración interactúa con el texto. El lector no solamente tiene una lectura de entretenimiento sino que también ha de aguzar su espíritu de observación sobre la ilustración. Al hablar de estos clásicos me estoy refiriendo a autores como Hans Jürgen Press y su hijo Julian, Wolfgang Ecke, Klaus Bliesener... Para mí es un honor aparecer entre ellos a los que descubrí hace más de treinta años, si no recuerdo mal.
Ya en mi primera incursión en este campo (Luces en el mar, SM) yo traté de aportar algo más: contar historias más largas que permitían una aportación literaria más sólida.
Sigo en la misma tónica. En en libro que acaba de aparecer, por ejemplo, una historia puede alcanzar las 40 páginas. Además, esto es lo importante, lo que cuentan estas historias son problemas que el niño fácilmente identificará porque se habla de ellos en nuestra sociedad. Aquí aparece un negocio de compreventa de oro, que tanto prolifera con la crisis o quien pretende sacar tajada de la memoria histórica... Se ha dicho con razón que la literatura policiaca es la forma en que se presentan actualmente las historias que conocíamos como realismo social.
Espero que la versión castellana original también salga ya que los resultados del anterior han sido buenos.

martes, 22 de enero de 2013

RESPONSABILIDAD DEL QUE ESCRIBE

"¿Que el arte asuma responsabilidad? ¡Qué desatino! ¡Qué anticuado!" Así comienza Javier Gomá un artículo en su libro Todo a mil (Galaxia-Gutenberg, 2012). El filósofo se contesta que siempre ha sido así. Y después explica lo que viene defendiendo a menudo, que el arte nunca ha dejado de servir al progreso moral del hombre, aunque de diferentes formas. Hasta muy recientemente "la única elección posible para el hombre civilizado era militar en la bandera de la liberación subjetiva contra la opresión ideológica y política". Y ya que la batalla por el progreso moral se libraba en este campo, el yo subjetivo y sus conflictos han sido la gran temática de la novela. En este momento en que la conquista de la libertad individual es un hecho casi generalizado, se impone que el tema dominante sea otro: la contribución del individuo a la sociedad, o sea, la armonización de la libertad personal con su dimensión ciudadana. Gomá afirma que también tiene que haber una poética que acompañe y anime a la formación de eso que que llamamos ciudadanía.
   ¿Cómo traducir esto a la literatura para niños y jóvenes? ¿Ocurre lo mismo?
  A mi entender, no exactamente. En la literatura juvenil esas dos temáticas no se plantean como dilema. El conflicto es inherente al crecimiento que es, en definitiva, la conquista de un yo propio. Pero la educación supone restricciones a la libertad individual y tutela por parte de los adultos. La narrativa juvenil no puede, por tanto, dejar de contar en historias que expesaen la conquista de la subjetividad que, en buena parte, es descubrimiento de la realidad interior y exterior. Por otra parte, el niño y el joven lector también han de ser llamados a la tarea de construirse como ciudadanos.
    ¿Cumplen la literatura infantil y juvenil estas tareas? Me temo que el primer cometido se ha relajado o se queda relegado a un segundo plano. Aunque tengo la impresión de que nuestra literatura juvenil, fuera de aportaciones muy significativas como las de Sierra i Fabra, nunca fue demasiado lejos en el cometido de la lucha por la conquista de la libertad indivudual. Para llenar este hueco nos hemos nutrido más bien de traducciones. En este sentido la aportación de ciertos catálogos editoriales como los de Alfaguara, SM, Lóguez y otras fueron muy importantes para los lectores y, al menos en mi caso, también para mi formación como autor. Aún recuerdo la avidez con que leímos algunos de esos libros hace treinta años cuando empezaron a llegar.
   Respecto al segundo, la construcción del ciudadano, se ha pretendido hacer como respuesta a programas demandados por instancias con responsabilidad en la educación. Ha sido lo que genéricamente se ha dado en llamar "literatura de valores". Han aparecido muchos textos pensados para este cometido, creo yo, por dos motivos: porque los requería la pedagogía -era una forma subrepticia de colar valores a niños que ya no admiten "sermones"- y porque, debido precisamente a esa demanda, narraciones de esas temáticas daban buenos números de venta.
   No me atrevo a decir qué ha resultado de todo eso porque no conozco suficientemente el tema, pero tengo la impresión de que la oferta literaria no acaba de cumplir a satisfacción esos dos cometidos. Unos libros porque quedan marginados y otros porque son excesivamente instrumentales. Basta ver que las novelas que son objeto de buenos lanzamientos -que, en definitiva, son las que llegan-, cuentan historias de entretenimiento.
   No pretendo lamentarme de este hecho. Quiero hacer una llamada a la autocrítica sobre la calidad de nuestra reflexión sobre lo que escribimos y para qué escribimos, en definitiva, una llamada a la responsabilidad y a un cierto debate colectivo sobre este asunto capital.
   Mientras escribo estas líneas, me vienen a la mente unas jornadas abiertas a las que asistí el año pasado en la Casa América de Barcelona. En ellas, varios autores latinoamericanos discutían sobre cómo se plantaban su trabajo en el marco cultural y social en que ellos viven. Tal vez no he tenido suerte pero debo reconocer que en muy contadas ocasiones he asistido a un debate del mismo nivel entre autores de nuestro país.
   Ahora me doy cuenta que incido, aunque solo sea lateralmente y sin pretendrlo, en un tema que Ana Garralón planteaba abiertamente en su blog donde venía a decir que en estas última décadas ha evolucionado -y mejorado- mucho la ilustración y poco la escritura. ¿Se explicará al menos en parte este fenómeno por un déficit de autoreflexión  y debate sobre la responsabilidad del que escribe? Se esté de acuerdo o no con sus afirmaciones, a Ana hay que agradecerle la libertad con que se expresa. Por cierto algo nos ocurre cuando lo que es un ejercicio de libertad a algunos les parece descaro.     
   La pregunta que me hago y que lanzo también a los que escriben o piensan sobre la narrativa para niños y jóvenes es esta: ¿Qué temáticas no deben faltar en una literatura juvenil? ¿A cuáles se habría de dar prioridad?
  Claro que siempre chocaremos con el asunto de su viabilidad comercial. Pero esto que lo estudie quien deba hacerlo. Y no seré yo quien diga que es tema menor ni que deba dejarse de lado.
  

miércoles, 9 de enero de 2013

PEOR QUE QUEMAR LIBROS

Estoy leyendo un fascinante libro de Fernando Báez publicado por Destino: Nueva historia universal de la destrucción de libros. El autor, comentando la censura y la quema de libros en la antigua Unión Soviética, habla de persecución que sufrió Joseph Brodsky, premio Nobel de Literatura en 1987. Aunque tuvo que exiliarse y sus obras fueron prohibidas y destruidas, se permitió escribir con cierta amargura: "hay algo peor que quedar libros y es no leerlos". Nos horroriza que los destruyan -otros,claro- pero no nos damos cuenta de que los tratamos con desdén similar si ni siquiera los abrimos.

sábado, 5 de enero de 2013

EXPERIENCIA POLÍTICA DEL LEER

Acabo de leer La tristeza del mundo. Sobre la experiencia política del leer, de Enrique Andrés Ruiz, publicado en 2010 por Ediciones Encuentro.
Una vez más constato que de toda lectura extraigo aquello que va construyendo mi propio libro interior y desecho otras muchas cosas a las que en otro momento hubiera sido sensible.  
René Girard, en Les origenes de la culture (2004), dice: “J’ai toujours l’impression que le livre que je suis en train de lire va bouleverser mon existence entière”. Es una sensación que, si quitamos el “siempre” (toujours) y lo sustituimos por un “a veces” o un “a menudo”, resulta fácil compartir. Enrique Andrés Ruiz, en La tristeza del mundo (Encuentro, 2010), nos habla de otra sensación que sí compartimos por completo: “¿No has sentido, lector, en alguna ocasión o –como en mi caso– en muchas, la sensación de que ese libro decisivo que te parece que ibas buscando, el necesario, ha venido a tu encuentro, cayendo se diría que por casualidad en tus manos y rompiendo así la funesta circunstancia de la labilidad, la dispersión y el extravío? ¿No has sentido que ese libro, esa página de ese libro preciso, te redimía, en definitiva, de la dispersión de las ofertas y te señalaba el camino de retorno al centro de tu vida? ¿No viste que tu vida se concentraba en ese punto al que el libro señalaba y que, rumbo a él, recuperabas la rectitud del sendero? Ese libro, lector, ya sabes muy bien que es el que consigue decir justamente lo que tú –así se dice en castellano– ya llevabas en la punta de la lengua”.