tag:blogger.com,1999:blog-79454866610198247592024-03-05T01:33:15.084-08:00Jesús BallazJesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.comBlogger79125tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-61183044733492068392022-04-07T01:41:00.005-07:002022-04-07T01:41:55.706-07:00EL ALMA DEL LIBRO: SU CONTENIDO<p> <span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Ah,
los libros… Encierran en sus páginas el alma de la humanidad. Pero no son su
prisión, sino su aliento. «Cuando nuestra alma no puede gozar de la belleza del
cielo, ni del perfume de los jardines, ni de la vista de las flores, no queda
más que un remedio: leer, porque el jardín más hermoso es un armario de libros.
¡Un paseo a través de sus estantes es la distracción más dulce y
encantadora!»</span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Así se habla en </span><i style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Las Mil y Una Noches </i><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">del encanto de lo
que los libros contienen.</span></p><p><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Si todo
el mundo fuera destruido pero quedaran los libros, de ellos se podría obtener
la información para reconstruirlo porque son el depósito de su memoria. Quien
los leyera podría revivir todas las emociones y pasiones humanas que los
mejores escritores han sido capaces de concentrar en palabras e imágenes.</span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Estos
objetos inertes tienen un peso y un volumen, una consistencia. Pero lo que
contienen, el texto, es su alma, que revive en el lector. Su alma son las vidas
que en él se describen: vidas miserables y excelsas, rutinarias y vibrantes,
vidas de verdad y de mentira… En el texto cabe todo, los detalles más
delicados, las más bajas traiciones y las gestas más gloriosas. Quien lee vive
vidas de más.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Esas
vidas exitosas o desgarradoras son narradas con una sensibilidad que la mayoría
de las personas no poseemos. Nunca viviremos con la intensidad de los
personajes de Dostoievsky ni vibraremos con la finura de espíritu que se
trasluce en los textos de místicos como san Juan de la Cruz, por citar dos
extremos. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">El
libro que suele llegar al lector es el que está en boga en un determinado
momento y que se compra por impulso. Normalmente se busca en él
entretenimiento, información o emociones. Pero otros le llegan de manos de
quien se los ofrece personalmente. </span>Christopher Morley cuenta en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La librería ambulante (</i>Periférica 2012),
donde refleja su pasión casi misionera de vendedor de libros, cómo recorre con
su precioso cargamento amplias zonas rurales de Estados Unidos y cómo le acecha
siempre la decepción, porque no consigue atraer a la gente: No deja de pensar
que si fuera panadero, carnicero o vendedor de escobas, sería mejor recibido y
tendría más éxito. Sin embargo, persiste en vender libros, que él tiene por
tesoros. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Cada uno es una joya para
quien sabe apreciarlo. Algunos de ellos vierten en el corazón, en los momentos
que se necesitan, palabras de consuelo, de aliento y de verdad. . <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Es más, al leer ciertos libros,
inmediatamente comprendemos que contienen parte importante de nuestro proyecto
de vida y conectamos con su alma. Ni siquiera nosotros mismos hubiéramos
expresado mejor aquello a que aspiramos.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Lo más sutil de la vida nos
puede llegar a través de ellos. La entrega altruista heroica y la búsqueda de
la transcendencia, por ejemplo, están cifradas en múltiples libros. ¿Qué tiene
de extraño que se hable de las religiones del libro? La doctrina y la propuesta
ética del judaísmo, el cristianismo y el islamismo están contenidas en libros,
la Torá, la Biblia o el Corán. El libro, su libro, alimenta la esperanza del
creyente y le conmina a atender generosamente al prójimo, aunque también ha
sido utilizado para lograr su sumisión. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Es muy importante suscitar
pronto en los niños el apego a los libros. Quien abre un libro ante ellos no
les muestra simplemente una curiosidad que puede atraer su atención, como quien
eleva una cometa al cielo para que admiren su vuelo. Lo que está haciendo es
mostrarles que en sus páginas aletea un alma y que en ella podrán encontrar por
adelantado la vida que aún no han vivido, contada con gracia y agudeza para que
su descubrimiento resulte atractivo. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">En el libro reposa el tiempo y
la memoria de los antepasados. Allí siguen vivos sus pensamientos y lo que
vivieron. Toda esa experiencia se habría perdido irremediablemente si no
hubiéramos tenido un medio de consignarla. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Los libros contienen no solo
las palabras de los sabios, sino también las leyes por las que se rigieron las
sociedades que nos han precedido y las religiones que alimentaron sus creencias
y sus convicciones. Si no hubieran existido esos libros, siempre estaríamos en
la misma línea de salida y tendríamos que ir descubriendo todo sin otra ayuda
que lo que nos transmitiera oralmente la generación inmediatamente anterior a
la nuestra.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El libro es vida y alimenta la
vida. En la Biblia hay un pasaje que transmite esta idea de forma hiperrealista
cuando cuenta que Dios ordena a Ezequiel que se coma el rollo de papiro que
contiene las palabras que expresan su voluntad divina. George Steiner comenta
este pasaje de esta manera: «Cuando Dios ordena a Ezequiel que se coma el rollo
donde el profeta ha consignado el dictado divino, cuando le ordena que
convierta el texto en una parte de su identidad corporal y mental, hace de la
fusión del libro y la persona una obligación para el judío.» <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">En la letra habita el
espíritu, pero no todos los ojos lo ven, aunque sean capaces de reconocer los
signos tipográficos. Los del buen lector tienen la virtud de hacer que reviva
el pensamiento plasmado en esos signos. La lectura no es un acto inocente e
inocuo, impone al lector la obligación de mantener vivo el espíritu de esos
textos discutiéndolos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>teniéndolos en
cuenta en su vida personal y utilizándolos en beneficio de la sociedad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Para reparar la anorexia
lectora de muchos ciudadanos está bien que haya quien los llame a frecuentar
las páginas de los libros, en especial los clásicos. Alguien debe recordar
continuamente a los demás que algunos libros ayudan a vivir con más lucidez. Por
mucha experiencia que una persona acumule a lo largo de su vida, no obtendrá la
de quien se ha asomado a muchas otras vidas contenidas en las páginas de los
libros ni dispondrá de los estímulos que proceden de las lecturas. <o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-2031662395909506652022-03-01T15:52:00.003-08:002022-03-01T15:52:32.114-08:00EL LIBRO: EL OBJETO<p> <span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">«El
libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han
inventado, no se puede hacer nada mejor. El libro ha superado la prueba del
tiempo…»</span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Umberto Eco</span></p><p><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">No
se pueden cantar las bondades del libro de forma más concisa, ajustada y contundente
que como lo ha hecho el escritor italiano. Ese genial artefacto permite, a
través de los signos tipográficos impresos en sus páginas, que una información
llegue a la mente de quien sabe interpretarlos.</span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Un
cuento, un informe, un relato, un<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>novelón caben en unas gavillas de hojas de papel encuadernadas, la forma
más cómoda, barata y eficiente que hemos hallado para acumular palabras. Es un
invento genial para guardar esos soplos del aire que salen de los pulmones y
que, modulados por la laringe, hacen vibrar las cuerdas vocales. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Desde
el comienzo de la humanidad uno de sus grandes retos era transmitir la
imaginación y la memoria. Se logró concentrando ese aire modulado, las palabras,
en signos que fueran comprendidos por muchas personas. De esta manera pudieran perdurar.
<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Ese soberbio
invento, la escritura, sin el que las ideas se hubieran volatilizado, precisaba
de un objeto en que consignarla. El más perfecto ha sido el libro. Sin él, esas
voces habrían pasado de boca a oreja, pero no habrían podido conservarse ni ser
comunicadas a personas lejanas. Por suerte, las voces de los pensadores y los
poetas han quedado plasmadas en el papel y las podemos despertar a nuestro antojo
y pasarlas tantas veces como queramos de los pulmones de un locutor al oído de
quien le escuche.<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">El libro,
ese genial soporte físico de la memoria, solo transmite información a quien lo
tiene en sus manos, le presta atención y lo lee. Solo así activa el intelecto
de quien es capaz de interpretar esos signos. Y no solo transmite conocimientos
sino que también provoca emociones. De otra manera no se entendería la
fascinación que ejerce sobre ciertos lectores quienes, habiéndolas experimentado
alguna vez, se convierten en lectores asiduos.<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Los
que venden los libros, los libreros, son magos que trafican con retazos de
vida, de pensamientos y de emociones, que pueden acompañar y guíar la vida de
sus clientes. Este es un viejo y noble oficio. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">El
libro no es un objeto neutro. Pretende atraer el interés, excitar la curiosidad.
Por eso lo diseñan para hacerlo atractivo. Todos sus elementos materiales –las
tripas, las tapas, las guardas, etc-, el diseño de la cubierta, la tipografía, las
ilustraciones, los textos de su contracubierta, tratan de seducir. Y realmente
realzan su belleza, aunque muchos lectores se sumergirían en sus páginas sin importarles
su aspecto exterior. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">La función
de su elegante presentación no es solo hermosear el objeto, sino también orientar
la lectura en determinado sentido. El editor trata de mostrar que lo que ofrece
responde a las preocupaciones y a la estética apreciada por la sociedad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en ese determinado momento. Eso no es forzar
su contenido, ya que todo libro, especialmente todo buen libro, es polisémico.
No está mal realzar y poner énfasis en aquello que más llama la atención en
cada momento. Los clásicos tienen en grado eminente esa virtud: se leen siempre
como si hablaran la lengua de cada época y reflexionaran sobre sus problemas. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">La fascinación
que ejercen los libros en muchos lectores es muy grande. Al entrar en una
biblioteca, estos experimentan emociones parecidas a las de quien se sienta en
un banco de una catedral donde todavía se percibe el incienso que se ha utilizado
en la ceremonia acabada de celebrarse. El lector acaricia los lomos de los
libros, abre sus páginas, las recorre con la vista, las contempla… Aprecia su
tipografía, las ilustraciones que los adornan, se fija en los paratextos que
son como el cuño del editor. Los libros no solo se leen; son también objeto de
contemplación. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Los libros se presentan de muy
diversas formas. Algunos tienen el aspecto de objeto precioso cuyo valor está
en su hechura, sus tipografías, sus adornos, su encuadernación… A veces son el
tesoro de una familia que va pasando de padres a hijos. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Más
incluso que la rueda, el libro ha sido un instrumento crucial en el desarrollo
humano. Es uno de los grandes patrimonios de la humanidad. Ha permitido la
difusión del conocimiento a gran escala. Tanto si se utiliza para afianzar las propias
ideas como para derrotar las de otros, el libro se ofrece a cualquiera a precio
razonable. Silencioso y discreto, no es arrogante ni se queja aunque lo traten
mal. Está al alcance de todo aquel que desee abrirlo y dedicarle un tiempo. Eso
sí, no se conforma con que le echen una ojeada, prefiere que lo lean
reflexivamente tanto si quien lo hace está de acuerdo con él como si le discute
sus ideas. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">El
libro, ese pequeño objeto, es un invento difícilmente superable.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-61351448369254387682022-01-25T01:52:00.001-08:002022-01-25T01:52:37.147-08:00PARA QUÉ Y POR QUÉ LEEN LOS QUE LEEN<p> </p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 17.0pt;"><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Los
que leen no se preguntan por qué y para qué lo hacen. Tampoco al que come se le
ocurre pensar cada día para qué come. Lo da por sabido. Le gusta comer y tiene
constancia de que le es provechoso.</span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">¿Hacerse esa pregunta no revela
cierta inseguridad o al menos cierto desconcierto? Tal vez sí. No es tan
evidente la respuesta a la pregunta por qué o para qué leemos. Roland Barthes hacía
notar en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El susurro del lenguaje (</i>Paidós
2012) que, al hablar sobre la lectura, nos referimos a prácticas muy dispersas
sobre las que expresamos «un destello de ideas, de temores, de deseos, de
goces, de opresiones». Pero leer no es un capricho cualquiera, sino un
ejercicio fundamental que acompaña la vida, y que ayuda a descubrirla, a
disfrutarla y a sacarle más partido. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Leer nace del deseo de
descubrir a otros, de la curiosidad. En muchas personas esta es demasiado
grande para que la puedan saciar con lo que oyen de viva voz a personas
cercanas o con lo que ven con sus propios ojos. Los libros contienen lo que han
visto antes que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nosotros muchas personas
que han abierto amplios ventanales desde los que han oteado mundos diferentes,
muchos de ellos insólitos. Estos serían invisibles para la mayoría de los
humanos, si no hubiéramos podido mirar por esas ventanas. Nos asomamos a ellas
porque deseamos aprender, conocer, sentir. Además, tenemos conciencia de que lo
que esperamos encontrar nos llegará en un lenguaje atractivo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El camino que transitamos, el del
lenguaje, nos seduce o nos interpela. No importa si los mundos que recorremos en
las páginas de los libros son reales o imaginarios. Esos mundos creados por la
literatura, sean esperanzadores o sórdidos, cálidos o fríos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pueden ser realmente sorprendentes e
impactantes. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">A menudo el excursionista camina
por parajes que desconoce totalmente. Sin embargo, lo más habitual es que no
haya decidido hacer ese recorrido por pura casualidad, sino porque algo le ha
llevado a visitar determinados lugares: tenía noticias previas o alguna
expectativa alentadora sobre ellos. . <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Algo así ocurre con la
lectura. Normalmente se tiene algún motivo, a veces muy inconcreto, incluso
inconsciente, para darse a la lectura. Casi siempre se tiene algún atisbo de lo
que se va a leer. Hasta tal punto esos atisbos son tan certeros que Pierre
Bayard ha podido escribir un libro titulado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cómo
hablar de los libros que no se han leído</i> (Anagrama 2013). Cuando supe de
él, me pareció una broma, pero después de leerlo pensé que debía tomármelo en
serio. Lo que explica es muy razonable.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">La superficie de papel impreso
con signos tipográficos y dispuesta ordenadamente por páginas cosidas formando
libros es inmensa. Antes de que existieran los libros, los escritos más
antiguos hibernaron en papiros y pergaminos. El campo que tenemos a disposición
es inmenso. Si nos detenemos en algunos de esos textos, es por algo: teníamos noticia
de lo que contenían, alguien de confianza nos había encarecido su interés o el
diálogo interior que manteníamos en ese momento nos había predispuesto a leerlos.
<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">La misma hechura del libro es
un cebo que incentiva la curiosidad: la calidad de la edición, la cubierta, el
título, los textos de la contracubierta, la bella tipografía convenientemente espaciada
que hace reposar la vista... Lo que se ve expuesto sobre las mesas de las librerías
realmente llama la atención. Hay allí verdaderas obras de arte. Sin abrirlos
siquiera, todo son motivaciones que avivan nuestra curiosidad y nos impulsan a
abrir los libros..<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El ansia de conocer la hemos
satisfechos los humanos a través de los maestros, pero a estos no los tenemos a
disposición. Muchos ya murieron y con otros no tenemos contacto porque están
lejos o no son accesibles. La forma más fácil de acceder a sus pensamientos es a
través de sus escritos que alivian nuestra ignorancia, nuestra incertidumbre y
nuestra soledad. «La invención literaria es alteridad, y por eso alivia la
soledad», escribía Harold Bloom. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Leemos porque leer permite cualquier
indagación en muchas direcciones. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
primer lugar, facilita la búsqueda interior, tal vez la más difícil. Sin guías
y sin mapas previos, cualquier espeleólogo que entrara por primera vez en una
cueva recorrería el mismo tramo de galería subterránea ya recorrido por quien
entró antes que él. En cambio, los que entran pertrechados con mapas elaborados
por quienes ya estuvieron allí pueden llegar más al fondo. Quien sigue en las
páginas de un libro indagaciones que otros intentaron antes <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>camina sobre una senda ya trazada. La
recorrerá más rápido, con más seguridad y llegará más lejos. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El mundo es inabarcable para
una sola persona en el breve espacio temporal de una vida. A través de los
escritos podemos acceder a muchos conocimientos sin necesidad de averiguarlos
directamente. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Pero es más, ni la descripción
física de la tierra que pisamos, ni lo que se nos escapa a la percepción
directa, ni las ficciones, que también forman parte de nuestro propio mundo, sabríamos
expresarlos en un lenguaje adecuado si no leyéramos. Pues bien, leemos para
dotarnos de todo ese acervo de lenguaje que precisamos para describir, entender
y ensanchar el mundo en que vivimos. Yo nunca había oído ni leído la palabra
piroclástico hasta que comenzó la actividad volcánica en Cumbre Vieja de La
Palma. Hasta ese momento no disponía en mi vocabulario de una palabra para designar
las rocas incandescentes que saltan por los aires con la explosión de un
volcán. Ahora la tengo. Necesitamos continuamente adquirir palabras que
expresen los nuevos fenómenos que van acaeciendo ante nuestros ojos o en el
interior de nosotros mismos. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Somos el relato que nos
hacemos de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo. Leemos para disponer
de un relato rico que dé cuenta de todo lo que somos, lo que vivimos y lo que
soñamos. Sí, la ficción, producto de la imaginación, también es parte del mundo
en que vivimos. Este no se solo la naturaleza sino también lo recreado con
lenguaje, todo eso tan amplio que llamamos cultura. Pues bien, a buena parte de
ella solo accedemos a través de los libros. Por eso leemos, para no vivir desterrados
de nuestro propio mundo, el “mundo real” y el ficcionado. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">En nuestra sociedad quienes
están más abajo en la escala social son los que suelen tener menos trato con
las letras. Y no por decisión propia ni por falta de inteligencia. No han consiguido
captar la utilidad de la lectura y la belleza que pueden encontrar en los
libros, porque sus condiciones de vida son tan precarias que para ellos leer es
un lujo inútil. Para quien tiene que luchar por la supervivencia leer es una
pérdida de tiempo,.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Los que están arriba en la
escala social suelen leer más, porque han accedido a niveles más elevados de conocimiento
y así han desarrollado una sensibilidad que les permite disfrutar de la belleza
de una obra o vivir las emociones que el arte provoca. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante, el tener una buena educación
previa no siempre lleva a leer. Si se observan y analizan algunos indicadores, parece
que el futuro de la lectura es incierto. Muchos de los que acceden a cotas
altas de influencia y de poder no son precisamente los que más tiempo dedican a
los libros. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">A pesar de que leer es probablemente
la actividad que más transforma y beneficia a quien lo hace, el debilitamiento
de los valores humanísticos ha quitado importancia a la lectura. No parece tan necesaria
para aspirar a un lugar relevante en la sociedad. Otros caminos aparecen como
más exitosos. Los letraheridos más bien son vistos como gentes exóticas,
aunque, como la práctica de su afición es voluntaria, no sufren el estigma de
la marginación o, en todo caso, es una marginación que conlleva cierto prestigio.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">También se lee, o se dice que
se lee, por prestigio social. Leer todavía mola. Muchos valoran la lectura
aunque no la practiquen. De aquí el escepticismo que suele despertar el resultado
de ciertas encuestas. Los índices de lectura que estas revelan no parecen
corresponderse con la práctica real. Es un hecho constatable, por ejemplo, que
el número de personas que van leyendo un libro en el transporte público ha
disminuido. Lo que la gente lleva ahora en las manos es un móvil, no un libro,
ni siquiera un libro electrónico.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Para ser justos hay que
reconocer que la pulsión que lleva a muchas personas a leer no es tanto la
pasión por conocer, por perfeccionar su capacidad de argumentar, sino la del
consumo. Leen lo que aparece como novedad o lo escrito por un famoso, responda
o no a las preguntas que se hacen sobre su propia vida o sobre el devenir de la
sociedad en la que están inmersas. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">¿Qué panorama se prevé en el
futuro próximo? No es optimista, si se observa el comportamiento de adolescentes
y jóvenes quienes en lugar de leer prefieren salir, ver vídeos o escuchar
música. En sus conversaciones, no es un tema frecuente el comentario sobre lo
que están leyendo. Esa actividad se la considera totalmente privada. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Por otra parte, incluso los alumnos
que sacan buenas notas afirman que no leen. Piensan que el leer tiene poco que
ver con el éxito profesional que persiguen. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">No hace falta dotes
sobresalientes ni una vocación especial para ser lector. Todos podemos serlo. Y
lo somos en algún grado por exigencias del trabajo, por curiosidad o por
diversión. Pero aficionarse a la lectura suele ser resultado de un largo proceso
que muchos abandonan. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">En resumen, no hay una razón
primordial por la que leen los que leen. Unos lo hacen por placer, por estar al
día, por el interés de adquirir más conocimientos. Otros leen por el goce estético
que proporciona una buena historia bien contada en la que pueden encontrar lo
insólito, la emoción y la ternura de que no disfrutan en la vida en el grado
que desearían. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">La lectura es una conversación
continuada con personas, a menudo muy lúcidas, que dejaron por escrito esos
pensamientos. A través de la letra impresa los tenemos a nuestro alcance. En la
lectura se encuentra la compañía que alivia la soledad, porque la amistad es
vulnerable, puede debilitarse por la distancia o el tiempo, pero un libro amigo
siempre está al alcance. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Gustavo Martín Garzo escribía
en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El País:</i> «Tal vez es la paradoja
de las bellas historias, que cuanto más maravillosas y locas son más discretos
y razonables vuelven a quienes las escuchan o las leen. Esta alianza entre
fantasía y razón es la que da al Quijote su encanto imperecedero.»<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-71835661889433986522021-12-23T20:35:00.004-08:002021-12-23T20:35:52.479-08:00TIIEMPOS Y LUGARES PARA LEER<p> <span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Leer es un ejercicio muy
personal, íntimo. Es normal que se busquen acogedores rincones
espacio-temporales para practicarlo.</span></p><p><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> Daniel Pennac en </span><i style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Como una novela</i><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> (Anagrama 2019) cuenta
que un soldado destinado a la Academia de Artillería de Chalôns-sur-Marne se
ofrecía voluntario cada mañana para hacer la tarea más ingrata y que más odian todos
los soldados: limpiar</span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">los váteres. Parecía
el trabajo menos heroico y el más ajeno al oficio de las armas. Entre las
risitas o las burlas desacaradas de sus compañeros, el volunatrio cogia la
escoba, el mocho y un cubo de fregar y se dirigía hacia su trinchera. Se pasaba
allí toda la mañana. Al regresar, entregaba sus armas de limpieza y saludaba
militarmente al oficial de guardia. </span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El secreto de su interés por ese
trabajo estaba en lo que llevaba en un bolsillo, las obras completas de Nicolai
Gogol. Coger el mocho le permitía leer varias horas sentado sobre la tapa de un
váter cuando acababa de hacer la limpieza. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Leer intensamente requiere una
reclusión total, si es posible. El lugar y el momento en que se hace es lo de
menos, Quien lee así se abstrae totalmente del mundo y del tiempo para fijar su
mente en lo que lee, lejos de las preocupaciones de su día a día. Con un libro
en las manos, se le van las horas sin darse cuenta porque, en esos momentos,
para él no cuenta el tiempo. Lejos de otras preocupaciones, su cuerpo solo está
sujeto a las conmociones que le provocan las historias que lee. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El ambiente más adecuado para leer
es el silencioso. En la tranquilidad del silencio, el lector adapta la
velocidad de la lectura al ritmo que le pide su mente, su estado anímico o la
dificultad de lo que lee. Puede detenerse en una frase o volver atrás. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Naturalmente, el lugar más
propicio para hallar esas condiciones suele ser un sitio cerrado, sin excesiva
luz, lejos de la agitación, el bullicio o de los aparatos sonoros, como la
radio, la televisión, el teléfono… Personas, como el escritor Peter Handke, confiesan
haber leído muchas veces sentados en un váter, huyendo de conversaciones
insulsas o de reuniones sociales intranscendentes. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Los libros, contrariamente a
los textos que se escriben para internet o para someterse al instantáneo clic
del móvil se pueden leer en un instante en los lugares más inverosímiles, donde
mejor se leen es en la paz de una biblioteca o en casa, sentado en un cómodo
sillón. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">A nadie le gusta tener
testigos incómodos en un encuentro con un amigo o con alguien que le interesa
especialmente por cualquier motivo. Esa presencia indeseada puede echar a
perder lo que se pretendía obtener de ese contacto. Razón de más para dedidar a
ese encuentro un tiempo especial o un lugar recóndito donde no se sufra la
menor interferencia. El libro es uno de esos amigos con qjuien mejor serse a
solas.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Lo que se lee es algo ímtimo,
del ámbito privado. Es legítimo que el lector pretenda que nadie sepa qué está
leyendo. Hay autores proscritos por la censura oficial o por la presión del
entorno en que uno se mueve a lo que uno puede decidir dedicarles su tiempo por
los motivos que sea. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Redundando en la idea de que el
acto de leer es algo íntimo, Alberto Manguel dice en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Una historia de la lectura, (</i>Alianza 1998): «El acto de leer
establece una relación íntima, física, en la que participan todos los sentidos:
los ojos que extraen las palabras de las páginas, los oídos que se hacen eco de
los sonidos leídos, la nariz que aspira el aroma familiar del papel, goma,
tinta, cartón o cuero, el tacto que advierte la aspereza o suavidad de la
página, la flexibilidad o dureza de la encuadernación; incluso el gusto, en
ocasiones, cuando el lector se lleva los dedos a la lengua…» Algo así solo es
posible en un recinto que preserve la intimidad. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Pero
también se puede leer ostensosamente </span>en medio de la calle. Ciertos libros
que son del acervo común y están al alcance de cualquiera se prestan a ello. Nadie
se extraña que se lean en cualquier lugar y en los momentos más inesperados porque
hay historias que han conquistado el mundo. Cuenta Paul Hazard en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los libros, los niños y los hombres</i>
(Juventud 1977): «<span style="color: black;">Felipe II, viendo desde su balcón a
un estudiante que iba leyendo por la calle y que con frecuencia interrumpía la
lectura para soltar la carcajada, exclamó: «O ese estudiante está loco o lo que
lee son las aventuras de don Quijote». El estudiante leía, en efecto, las aventuras
de don Quijote y el Rey no se equivocó. Así conquistó Cervantes en España, hace
tres siglos, a los estudiantes y a los pajes; y desde entonces a todos los
niños.» <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Lo que venimos contando nos
lleva a otra consideración. Según lo que se pretenda explorar en un libro, se
puede leer a diferentes velocidades: velozmente en diagonal, o demorándose en
aquellas frases que contienen una especial significación para el lector y que
le gustaría retener en su memoria.<o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">También hay lecturas que se
hacen de forma solemne. Son parte importante del ritual de una celebración
social o religiosa. Es el caso, por ejemplo, de un discurso en el parlamento o de
las lecturas bíblicas leídas o cantadas solemnemente en la iglesia o la
recitación de los salmos en el coro de un momasterio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Todo esto tiene muy poco que
ver con ese “echar un vistado” a los titulares de un periódico que se hace
sobre la barra de un bar mientras se toma un café o con esa ojeada rápida al
aviso que nos acaba de llegar al móvil. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">La hiperconexión que las
tecnologías modernas propician nos induce a esa lectura instatánea, reflejo de nuestras
prisas y nuestra labilidad o inseguridad mental. Con ese lenguaje tan reducido parece
que se pretenda estrechar el espacio del pensamiento como viene a afirmar el filósofo
coreano Byung-Chul Han en su libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Psicopolítica
</i>(Herder 2014) cuando escribe: «Cada año el número de palabras disminuye y
el espacio de la conciencia se reduce.» Este tipo de lectura se puede hacer en
el bullicioso andén del Metro en esos dos minutos que tarda en llegar un nuevo
convoy. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Por suerte, sigue habiendo
libros en las mesillas de noche. Tras un día azoroso, en el momento en de retirarse
a descansar, el lector retoma ese libro que alimenta su espíritu. Sus
pensamientos le vuelven a reconciliar con su yo interior, que tal vez mantuvo
disperso durante todo el día, para proseguir con ese diálogo consigo mismo que
le hace ser una misma persona a través del tiempo y de los azares de la vida
activa. <o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Nos excusamos a menudo diciendo
que no tenemos tiempo para leer. La lectura que persigue el cultivo personal
siempre nos dará la impresión de que es tiempo robado a otras ocuaciones. Con
ello estamos diciendo que cualquier ocupación es más importante que esta que
nos mantiene conscientes. Tal vez deberíamos cambiar vuestra tabla de valoración.
Como afirma Daniel Pennac, «<span style="color: black;">el tiempo para leer, al
igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo para vivir. ¿Quién tiene tiempo
de estar enamorado? Pero, ¿se ha visto alguna vez que un enamorado no encuentre
tiempo para amar? La lectura es como el amor, una manera de ser. El problema es
si me regalo o no la dicha de ser lector.»<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="color: black;">Sin
mantenemos viva la curiosidad, incluso ese tiempo que huye, el que dedicamos a
los viajes, puede ser un buen momento para leer. De hecho lo es para muchas
personas.<o:p></o:p></span></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-45563909485173296882021-12-07T08:57:00.000-08:002021-12-07T08:57:04.414-08:00QUÉ LEER O CUÁNTO LEER<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Nadie que lee reniega del leer. Por
el contrario, muchos que no leen lo lamentan. Las encuestas siguen indicando
que las personas valoran mucho la lectura, aunque luego no lean.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Leer es <i>laborioso</i>. Afortunadamente su duro aprendizaje se hace de niño,
porque, de otra manera, muchos desistirían de aprender a leer. Quien no
disfruta leyendo no sigue, aunque conozca la mecánica del leer. Leerá, a lo
más, textos instrumentales que necesita para su trabajo o para sus estudios. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">También es muy <i>útil</i>. Imprescindible para vivir en una
sociedad “letrada”. Quien no sabe leer es como si le faltara oxígeno social, Se
ahoga. Las ciudades, las redes, las vías de comunicación, las guías de uso de
cualquier aparato están llenas de signos. Hay que conocerlos para orientarse en
la vida. Para quien no sabe leer el mundo es un caos, un laberinto, un
infierno. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Pero leer también es <i>placentero</i>. Para quien disfruta leyendo
este placer no tiene límites. Las posibilidades de saciarse son infinitas. La
biblioteca es un mundo. Un mundo en expansión. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El progreso de nuestra sociedad va
ligado al nivel de alfabetización de la población. Si se parte de cuantificar
como único criterio, parece que los números son buenos. Pero lo que se ha de
ver es el <i>qué</i> y el <i>para qué,</i> no en el <i>cuánto</i>.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Se confía en que la difusión del
interés por la lectura es como las enfermedades que se trasmiten por contagio. Que
el contacto entre lectores produce lectores es verdad hasta cierto punto. Ese
contacto cada vez más se identifica con la información sobre libros. Como en
tantos otros temas, los youtubers se han lanzado a opinar sobre libros y a
aconsejar su lectura. Lo hacen en muchos casos con poco conocimiento. Lo que afirman
no está mediatizado por personas competentes y eso es una gran pega. Pero su
información arrolladora no se hace para enseñar nada sobre los libros, sino
para tener una presencia en las redes que les dé visibilidad, reconocimiento y
al final dinero. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><o:p></o:p></p><p><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Esta forma de proceder puede conseguir
consumidores de libros, compradores, pero ¿crea lectores? Esta es la eterna
cuestión.</span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 17pt;">Ahí queda.</span> </p><p><br /></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17pt; text-justify: inter-ideograph;"><o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-30348310922532273532021-09-15T04:04:00.001-07:002021-09-15T04:04:24.286-07:00LEER PARA OTROS<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para conocer qué
puede ocurrir en el corazón de un niño al que le leen un libro nada mejor que
recoger la experiencia de uno de los más experimentados lectores (leyó para
Borges ciego) y ha escrito un libro memorable: UNA HISTORIA DE LA LECTURA, de
don extraigo este texto que narra su experiencia:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“De noche, e incluso
de día (dado que frecuentes ataques de asma me obligaban a guardar cama durante
semanas) me recostaba en varias almohadas hasta casi sentarme para escuchar a
mi niñera, que me leía los aterradores cuentos de hadas de los hermanos Grimm.
A veces su voz hacía que me durmiera; otras, por el contrario, la emoción me
enardecía y le suplicaba que se apresurase, con el fin de averiguar, más
deprisa de lo que el autor había querido, qué sucedía en el cuento. Pero la
mayor parte del tiempo me limitaba a disfrutar con la voluptuosa sensación de
dejarme llevar por las palabras, y sentía, de una manera corporal, que estaba
de verdad viajando a algún lugar maravillosamente remoto, a un sitio que apenas
me atrevía a vislumbrar en la última página del libro, todavía secreta. (…) No
sabía entonces que el arte de leer en voz alta tenía una historia larga y
viajera.” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(Alberto Manguel,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Una historia de la lectura</i>, Alianza
Editorial, Madrid, págs. 135-136)<span style="color: #222222; font-family: "inherit","serif"; font-size: 21.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Courier New"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">Aunque sin la presencia física del lector,
las nuevas tecnologías permiten, a través de los audiolibros cuidadosamente
narrados, esa misma experiencia en momentos en que no se puede leer de otra
manera (en el coche, por ejemplo). La misma mágia, la misma voluptuosidad de
las palabras, las mismas emociones, el mismo despertar de la curiosidad, el
mismo vuelo de la imaginación que seguro que van a incitar al niño a procurarse
ese placer por sí mismo en el momento en que pueda tener un libro en sus manos<o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-36461475777451817792020-12-27T00:30:00.000-08:002020-12-27T00:30:05.958-08:00LA LECTURA, UNA VENTANA<p> </p><p class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">La ventana es una buena metáfora de la
lectura. Leer es mirar por esa ventana a panoramas nuevos. A veces se abre también
a lo que hay al otro lado del espejo donde aparecen los mundos de la
imaginación comenzando por los propios de quien mira. En ese caso es una
ventana abierta a la introspección.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Hay quien sólo mira el mundo a través de
sus propios ojos. Por muy penetrante que sea su mirada le aportará menos datos
que la de quien lo mira a través de la ventana que le abre también la mirada de
los demás. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Los libros son ventanas por las que
miraron otras personas antes que nosotros. Muchas de ellas tenían una aguda
inteligencia y un hábito poco corrienten de mirar analizando. Si además poseían
el don de contar bien, habrán creado una ventana fabulosa que nos ayudará a
mirar la realidad, El novelista portugués Antonio Lobo Antunes afirmaba algo
semejante de esta manera: “Lo que me maravilla de los libros que me gustan es
que me abren puertas, que me muestran rincones que yo no conocía de mí o que
tenía miedo de explorar”.<o:p></o:p></span></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-14623740812235335342020-12-14T08:14:00.002-08:002020-12-14T08:14:45.944-08:00EL LIBRO INSUFLA MAGIA A NUESTRA VIDA<p> </p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">La editorial Acantilado publicó un volumen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Encuentro con libros</i> que recoge textos
de Stefan Zweig que revelan su relación apasionada con estos sencillos y mágicos
objetos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">No me resisto a copiar algunos fragmentos porque, como me
ocurre a menudo, en momentos en que estoy dando vueltas a una idea tratando de
buscar la manera de expresarla, resulta que me la encuentro escrita con palabras
más bellas y más precisas que las que yo mismo hubiera podido escribir. En este
caso, lo que yo hubiera querido decir, que el libro insufla magia a la vida, Zweig
ya lo había escrito. Lo hizo así:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">“El movimiento que apreciamos en la tierra se apoya
esencialmente en dos invenciones del espíritu humano: el movimiento en el
espacio se basa en la invención de la rueda, que gira vertiginosamente
alrededor de un eje, y el movimiento intelectual guarda una relación directa
con el descubrimiento de la escritura. (…)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">La escritura, que ha evolucionado desde los pliegos más
sencillos, pasando por los rollos, hasta culminar en el libro ha puesto fin al
trágico confinamiento de las vivencias y de la experiencia en el alma
individual: desde que existe el libro nadie está ya completamente solo, sin
otra perspectiva que la que le ofrece su propio punto de vista, pues tiene al
alcance de su mano el presente y el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pasado, el pensar y el sentir de toda la humanidad. En nuestro mundo de
hoy cualquier movimiento intelectual viene respaldado por un libro; de hecho,
esas convenciones que nos elevan por encima de lo material, a lo que llamamos
cultura, serían impensables sin su presencia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El poder del libro para expandir el alma, para construir el
mundo y articular nuestra vida personal, nuestra intimidad, suele pasarnos
desapercibido salvo en raras ocasiones,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y cuando cobramos conciencia de su importancia tampoco lo manifestamos. Hace
mucho que el libro se ha convertido en algo natural, en un objeto cotidiano
cuyas maravillosas cualidades no despiertan ni nuestro asombro ni nuestra gratitud.
Del mismo modo que no somos conscientes del oxígeno que introducimos en nuestro
organismo cada vez que respiramos ni de los misteriosos procesos químicos con
los que nuestra sangre aprovecha este invisible alimento tampoco advertimos la
materia espiritual que absorben nuestros ojos y que nutre (o debilita) nuestro
intelecto continuamente. (…)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Cualquier artículo (en este caso, el libro), por valioso
que sea, se trata con desdén cuando puede conseguirse con facilidad, y solo en
los instantes más creativos de nuestra vida, cuando reflexionamos, cuando nos
volcamos en la contemplación interior, conseguimos que lo que ha llegado a ser
común y corriente vuelva a resultar asombroso. En esos raros momentos de
reflexión lo miramos con respeto y somos conscientes de la magia que insufla a
nuestra alma, de la fuerza que proyecta sobre nuestra vida, de la importancia
que hoy, en el siglo XX, tiene el libro, hasta el punto de no poder imaginar
nuestra mundo interior sin el milagro de su existencia.” <o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-19532408658762885042020-10-15T02:49:00.001-07:002020-10-15T02:49:15.357-07:00EL ÁRBOL Y LA LIBERTAD<p> </p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">En 2010 una fuerte tormenta derribó un castaño centenario que
crecía en un patio de Amsterdam. Hacía algunos años que sabían que estaba
enfermo y procuraban cuidarlo pero la tempestad acabó con él. No moría un
vegetal cualquiera; había sido un símbolo de esperanza.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Ana Frank, escondida en una habitación secreta de su casa,
lo había mirado desde su escondite. Lo veía como el símbolo de lo que ella carecía:
la libertad. En febrero de 1944 escribió: “Miramos el cielo azul, el castaño
sin hojas con sus ramas de gotitas resplandecientes, las gaviotas y los demás pájaros
que, al volar por encima de nuestras cabezas, parecían de plata. Y todo eso nos
conmovió y nos sobrecogió tanto que no podíamos hablar.” El árbol estaba vivo. En
mayo, en plena primavera, tenía otro aspecto: “El castaño está en flor de
arriba abajo y lleno de hojas, y está mucho más bonito que el año pasado”. Cuatro
meses después, ya en el campo de concentración, sin árboles ni horizonte para
su vida, ya sólo podía pensar en él. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Nada más estático que un árbol, fijado por las raíces
siempre al mismo suelo. Cuando mas penetran sus raíces más vivo pero más sujeto
a la tierra. Sin embargo, el árbol ha sido a menudo símbolo de permanencia y de
libertad. Nelson Mandela, preso durante largos años, dijo más de una vez que
las plantas o los arbolitos que plantaba en macetas le ayudaron a soportar su
cautiverio.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El tiempo es un fluir continuo. Al parecer no tiene forma. Pero,
si se corta el tronco de un árbol, se ve que los años han quedado abrazando su
núcleo en aros concéntricos. Podemos conocer el tiempo transcurrido fijándonos
en el corte de un árbol. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">El árbol muerto o talado aún nos hace un servicio
impaganle. Con su celulosa se favrica el papel sobre el que hEmos impreso los
fugaces pensamientos de los hombres. ¿Sin ese material qué hubiera sido de
nuestra cultura y de la libertad? ¿Cómo se habría trasmitido aquella y
defendida ésta durante estos últimos siglos? ¿Cómo hubieran mantenido su
aliento tantas personas? <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">Cuando en una llanura avistamos a lo lejos cipreses,
sabemos que allí hay un cementerio. Ese árbol esbelto y en forma de flecha
sigue apuntando hacia la libertad también después de la muerte. No afirman nada
pero mantienes el sueño de la trascendencia. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-69793659301675939512020-06-28T09:54:00.003-07:002020-06-28T09:54:59.411-07:00ENCONTRAR YA ESCRITOS TUS PROPIOS PENSAMIENTOS<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="text-indent: 17pt;">Me ocurren con cierta frecuencia dos cosas que me
maravillan. Una es la agudeza mental, con agilidad eléctrica, de ciertas
personas. Apenas ha ocurrido un suceso, al mismo tiempo que éste comienza a
correr por los medios de comunicación, ya hay alguien que le ha dado la vuelta
y ha sido capaz de sacar un chiste o hacer un comentario agudo que le saca chispa.
El otro fenómeno que me admira es el hecho de encontrar escrito, a menudo
admirablemente escrito, algo que llevo algún tiempo pensando y que no acabo de
encontrar la expresión adecuada para plasmar esos pensamientos. Me ha ocurrido
hoy mismo leyendo el primer capítulo del libro de Stefan Zweig, </span><i style="text-indent: 17pt;">Encuentros con libros</i><span style="text-indent: 17pt;">. Eso que he
pensado a veces, acabo de darme cuenta que ya estaba escrito. Os copio lo que
había pensado. Está muy bien. Pero, como ya he dicho, tengo que confesar que ya
lo había escrito Stefan Zweig. No os voy a decir lo mismo con mis palabras, os voy
a copiar las suyas:</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
“En nuestro mundo de hoy, cualquier movimiento intelectual
viene respaldado por un libro; de hecho, esas convenciones que nos elevan por
encima de lo material, a las que llamamos cultura, serían impensables sin su
presencia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
El poder del libro para expandir el alma, para construir el
mundo y articular nuestra vida personal, nuestra intimidad, suele pasarnos
desapercibido salvo en raras ocasiones, y cuando cobramos conciencia de su
importancia, tampoco lo manifestamos. Hace mucho que el libro se ha convertido
en algo natural, en un objeto cotidiano cuyas maravillosas cualidades no
despiertan ni<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nuestro asombro ni nuestra
gratitud. Del mismo modo que no somos conscientes del oxígeno que introducimos
en nuestro organismo cada vez que respiramos y de los misteriosos procesos químicos
con los que nuestra sangre aprovecha este invisible alimento, tampoco
advertimos la materia espiritual que absorben nuestros ojos y que nutre (o debilita)
nuestro intelecto continuamente..”<o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-39860436303923022582020-06-19T08:47:00.003-07:002020-06-19T08:47:26.957-07:00LA BRÚJULA<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
La vida humana es una aventura. Todas las vidas lo son,
incluso las que parecen más predestinadas o más rutinarias. No en vano unas de
las metáforas más trilladas por evidentes y usadas son las que se refieren a ella
como el camino.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
El camino no es sólo el sendero geográfico ya trazado, sino
el recorrido del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mismo. Por ejemplo,
cuando un científico sobresaliente o un deportista de élite han alcanzado una
meta destacable solemos decir, para ponderar sus méritos, que han hecho un
largo camino. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
En el camino hay un punto de partida y un punto de llegada.
La distancia más corta de uno a otro es la línea recta. Pero ese camino completamente
en línea recta es una abstracción. No existe realmente. Sólo tiene una
existencia mental. Todos los caminos humanos son accidentados y sinuosos. En
parte, ese recorrido nos viene condicionado por una serie de datos genéticos,
económicos, sociales, familiares… Pero también es el resultado de nuestros
propios conocimientos, creatividad y decisiones. Pues bien, esta parte de
invención personal para trazar el propio trayecto de vida viene condicionado
por las lecturas. Cualquier lector reconoce, avanzada su vida, que sus lecturas
han sido fundamentes para trazar el rumbo de la misma.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Las lecturas son una brújula que nos ayudan a orientarnos y
a mantener la dirección. No todas, algunas son una trampa que nos despistan,
nos hacen coger caminos equivocados. O simplemente nos distraen. Pero otras
nuevas lecturas –de aquí la necesidad de la continuidad- nos hacen ver nuestros
errores y nos ponen de nuevo en la ruta que reconocemos como auténtica. Con una
particularidad muy especial, que esta brújula que no sólo nos indica el camino
sino que nos impulsa a no abandonarlo. Mantiene la tensión del que camina, le
anima, le insufla fuerzas. La energía no sólo procede de los elementos que alimentan
nuestro cuerpo sino también de las ideas que animan nuestro espíritu. Buena
parte de estas provienen de las lecturas. Yendo a la historia, a las biografías
de personajes, tenemos constancia de innumerables hazañas realizadas por
personas que estaban en el límite de su resistencia física. Fue el poder de su
espíritu, su energía interior, la que les hizo llegar más allá no sólo de lo
prudente sino más allá de lo que parecía posible. <o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-34865680150990915002020-05-02T08:42:00.000-07:002020-05-02T08:42:07.765-07:00LOS LIBROS EN LAS BIOGRAFÍAS<br />
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="background-color: white; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">En la
breves biografías que acompañan a ciertas solicitudes de trabajo o las que hacemos
para que corran en la redes solemos señalar el lugar y fecha de nacimiento, la
familia, los estudios, la trayectoria laboral, aquellas actividades más sobresalientes
que hemos desempeñado... Eso suele ser lo más común. Y está bien. Todo eso y la
manera misma de presentar nuestra autobiografía dicen quién somos.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="background: white; color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Pero hay
otra cosa que nos define más todavía: nuestras lecturas. Nunca sabremos hasta
qué punto somos lo que hemos leído. Pero es evidente que también somos lo que
hemos leído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="background: white; color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El lector
de verdad no suele ser lector de un solo género. Se alimenta de lecturas muy
diferentes incluso dentro de los libros del mismo género. Pero, además,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a lo largo de su vida de lector se ha ido asomando
a ventanas muy diferentes. Precisamente lo que hacen los libros es abrirnos perspectivas
muy diferentes que nos llevan a pensar y a vernos de manera más compleja.
Cualquier lectura nos impulsa a contrastar lo que nos dice con lo que hemos descubierto
ya en otros autores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="background: white; color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Lo más
determinante, no obstante, no es leer muchos libros, sino leer mucho en cada
libro. Pero normalmente lo que se llega a absorber en una lectura depende
también de lecturas previas repensadas y contrastadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="background: white; color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Se puede
leer por muchos motivos, desde divertirse o matar el aburrimiento de una
espera, hasta hacerlo por afán de reflexionar o de saber sobre determinado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tema. En este sentido, cualquier libro,
incluso los más insustaciales nos moldean. Porque, no nos engañemos, no todos
los libros son buenos. A veces los libros pueden ser el peor enemigo del
lector. Se publica tanto que hay que ser selectivo para no perderse en laberintos
inútiles que no llevan a ninguna parte. Cualquier libro los leído de alguna
manera antes de abrirlo en el sentido de que acudimos a él con ciertas ideas
preconcebidas que nos hemos formado de antemano a través de un amigo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nos lo aconseja, a través de su mismo diseño
y presentación, a través de la llamada de su cubierta o del texto de su contracubierta,
o porque nos llega con el vitola de calidad, por el prestigio de la editorial en
el que se publica o por la firma de la crítica que nos ha llevado hasta él.
Todo eso normalmente ayuda, pero cada uno debe valorar las aportaciones que le
hace personalmente. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="background: white; color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">De una
manera u otra nuestros pensamientos, la visión que tenemos de la realidad, se
han aquilatado en el fuego de los libros que hemos leído. Muchas páginas de
texto se queman enseguida y quedan como cenizas en el olvido. En cambio hay
otros libros que nos hacen, nos construyen. Cuánta verdad hay en esta frase que
me he encontrado repetidamente: “</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Quien lee no está haciendo algo; se está
haciendo alguien.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Los que han leído suelen tener una consistencia
que no se ve<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en quienes no leen. Por
esta razón no sería mala idea exponer en la propia biografía lo que uno ha leído.
Eso también nos define. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-19541437322999878002020-01-16T03:32:00.000-08:002020-01-16T03:32:16.535-08:00FILOSOFÍA VIVA. Ecofilosofía como árbol de la vida. H. SkolimowskiContinúa persistiendo la mentalidad de que la literatura infantil y juvenil es puramente entretenimiento y que, por tanto, es ajena a las corrientes de pensamiento que mueven o sacuden a la sociedad. Por fortuna, esto va cambiando. Los críticos cada vez ponen más el foco en los contenidos que se trasmiten, lo que no quita que valoren los resortes literarios y la capacidad de atrapar al lector. Por ese motivo, quienes escribimos para niños estamos cada vez más atentos a las corrientes de pensamiento. Una muestra puede ser nuestro interés por la ecología a acercarnos a trabajos como este del filósofo polaco H Skolimowski: Filosofía viva.<br /><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
La ecología es una cuestión política crucial en nuestra
época siempre que no se reduzca el ecologismo
a ideología. Hay que asumir la ecología desde una perspectiva que incluya todos
los aspectos de la vida. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Albert Schweitzer fue uno de los pensadores del siglo XX
que ya había advertido que la supervivencia y la prosperidad de nuestra
civilización dependen de que se tenga una correcta visión del mundo: “Debemos
reconocer sin falta que la raíz de todas las catástrofes y desgracias que nos
aquejan es que carecemos de una adecuada visión del mundo.”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Respondiendo a esta demanda, la ecofilosofía, cuyo pensador
más notable es el filósofo polaco Henryk Skolimowski, parte del supuesto de que
nuestra cosmología no sólo determina nuestra imagen del universo físico, sino
también el sentido de nuestras acciones. Según él, el núcleo de la crisis
planetaria es consecuencia de las limitaciones de la cosmología mecanicista que
nos rige, con su deficiente y restrictivo modo de interpretar la naturaleza.
Necesitamos una actitud reverente hacia la naturaleza y hacia toda forma de
vida. La pretensión de este libro es ofrecer una visión del mundo que abarca
desde la cosmología hasta la conciencia, como fundamento para restaurar nuestra
civilización. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Ahora bien, transformar la conciencia humana de la visión
preponderantemente mecanicista y tecnológica en otra más humana requerirá un
esfuerzo extraordinario. Pero sólo una nueva conciencia permitirá poner en
marcha nuevas acciones, pues actuamos en el universo según lo interpretamos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Skolimowski arremete contra el relativismo moral que, a su
parecer, “está devorando la sustancia del individuo”. Aunque esta visión cuenta
con el apoyo de personas racionales e inteligentes, él lo ve como una huida y
una cobardía. Para él no todo es opinión
ni todo vale. “La acción nos produce tal embriaguez que a veces pensamos que es
la única cosa de valor. Pero la acción solo adquiere sentido cuando actúa en un
plano más profundo.”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
El árbol del que
habla en el subtítulo le sirve al autor de metáfora. La civilización humana crece
y seguirá creciendo –no se manifiesta especialmente pesimista- si va hundiendo
sus raíces cada vez más profundamente en la tierra. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-71011272200786697342019-12-11T02:31:00.001-08:002019-12-11T02:31:11.687-08:0070.000 PÁGINAS LEÍDAS<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Empecé esta web hace 5 años. Creo. Me ayudaron –mi habilidad
digital sigue necesitando ayuda- a colocar en ella algo de lo referente a mi
trabajo literario para información del posible curioso que se asomara a esa
ventana. Ahí está mi discreto retrato profesional. Pero sobre todo quería
hablar de una de las pasiones que no se me ha ido con los años: leer. Tampoco
se me ha esfumado la afición al ciclismo pero esto ya no lo veo tan
indispensable para vivir humanamente. Leer, en cambio, sí. En alguna medida, se
vive como se lee. Mi intención era escribir solamente sobre la lectura en
alguno de sus muchos aspectos. Hablar de mi mismo no tiene interés para nadie. Lo
hubiera tenido tal vez para mi madre pero, desgraciadamente ya falleció. Pues
bien, de vez en cuando he ido haciendo breves reflexiones sobre lo que
significa leer y sus consecuencias. No son artículos eruditos, aunque trato de
que sean bien informados, sino más bien existenciales y ocasionales. En
realidad, lo que me gustaría sería trasmitir la pasión por la lectura porque
abre caminos al pensamiento libre y fundamentado. El pensamiento libre
desinformado corre demasiado. Lo que cada uno lea dependerá de muchas
circunstancias, comenzando por los idiomas en los que es capaz de leer. Pero el
que lee asiduamente poco a poco va afinando más en los criterios para afrontar
la vida; desecha los libros insulsos y se va acercando a los que le ofrecen visiones
más ricas de la vida y de las personas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Lo que nunca pude imaginar era que el 10 de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>diciembre de 2019 el ordenador, que todo lo
contabiliza, me decía que se habían leído 70.000 páginas de esta web. La
información sobre el número de personas que han accedido a esas pocas decenas
de entradas sobre la lectura no aparece. Naturalmente serán muchas menos porque
los más curiosos seguramente habrán leído más de una página. Esto me lleva a
una reflexión sobre algo que veo corroborado con otros datos: que la lectura -al
menos la lectura de libros-, al haberse hecho algo problemático, se ha convertido
en un polo de atención. He observado que tal vez nunca como ahora han aparecido
tantos libros que estudian la historia de la lectura y su función en la
sociedad actual. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La lectura, según
reiteradas reflexiones, está ligada a la pervivencia de la democracia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
A la vuelta de estos años en que he ido manteniendo a medio
gas esta web no me fecilito de su calidad, evidentemente mejorable, sino de
haber dado en el clavo en escoger un tema de evidente trascendencia. De otra
manera no hubiera tenido tantos visitantes. No conozco el rostro de ninguno de
ellos pero les agradezco la visita. Sospecho que tenemos la misma preocupación.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-75670083453415436442019-09-12T04:18:00.000-07:002019-09-12T04:18:11.516-07:00LA LECTURA, UN CAMINO<br />
<div class="MsoNormalCxSpLast" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="text-indent: 17pt;">Leyendo
</span><i style="text-indent: 17pt;">Un home de paraula</i><span style="text-indent: 17pt;"> (La Magrana), un
libro de Imma Monsó, encuentro una idea recurrente porque me permite referirme
a un aspecto muy significativo de la lectura.</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="color: black;">El
personaje Jakob Magnus, después de realizar una acción que aquí no viene a
cuento y que podría haber sido otra, acaba haciéndose la reflexión de que,
después de ir pelando la cebolla, ha descubierto que la misma envoltura era la
cebolla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="color: black;">Esta
es un excelente metáfora de la lectura: El lector se mete en un texto buscando
por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>capas lo que puede haber dentro. El
mismo texto se lo va prometiendo continuamente. Cada nuevo descubrimiento le
remite a otro que vendrá.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="color: black;">Cuando
ya se ha recorrido todo el camino, o sea, cuando el lector ha levantado todas
las capas una a una, se da cuenta de que precisamente lo que prometía la
lectura era precisamente ese viaje.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="color: black;">El
placer y el conocimiento solo se le concede y se le desvela al que ha hecho
todo el camino. <o:p></o:p></span></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-22008792190725180842019-04-10T02:37:00.000-07:002019-04-10T02:37:00.619-07:00LA LECTURA Y LA MÚSICA DE LA FE<br />
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">Acabo de publicar un nuevo libro
titulado </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">La música de la fe. Que no deje
de sonar</i><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">. (Ed. Claret) No es de narrativa. Es una reflexión sobre la
transmisión entre generaciones. En concreto la de mis convicciones religiosas.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Eso se hace normalmente cuando uno, en
su trayecto biográfico, tiene más camino recorrido que el que me queda por
hacer. Es normal que me detenga ahora a mirar mi propia cartografía vital, consciente
de que dejo descendencia y pensando precisamente en ellos, en mis nietos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">No puedo sino estar agradecido, por
supuesto, a las personas que me han acompañado empezando por mis padres, pero aquí
quiero resaltar mi reconocimiento a las lecturas que me han orientado en la
vida y me han ayudado a crear y a alimentar mi mundo simbólico. Sin ciertas
lecturas, yo sería otro. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Este libro va de eso, de la transmisión
de ese mundo a mis nietos (y a nietos de otros abuelos) ya que, en ciertos
aspectos como la fe religiosa, soy consciente de que se ha roto la cadena de
transmisión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
la Contra de La Vanguardia del 23 de febrero de 2019, la narradora y ensayista Bárbara
Jacobs, viuda de Augusto Monterroso, exclamaba: “Ojalá creyera en Dios”. Lamentaba
no haber tenido oído para la música de la fe. Otros, por el contrario, con esa
sordera se sienten liberados de escuchar lo que consideran estridencias. Otros,
entre los que me cuento, la escuchamos, aunque no siempre con placer, y deseamos
que siga sonando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Se ha producido una innegable ruptura de
la tradición: la tradición humanista, la tradición socialista, la tradición
cristiana… Esta en particular pasa evidentes dificultades. Mucha gente no se
reconoce como proveniente del pasado y abierta al futuro. Se ha producido una
clara <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fragmentación de la memoria</i>. Estamos
creciendo en el olvido. Sin embargo, es necesario recomponer la relación con el
pasado en el campo cultural, político, social y religioso, aunque sin caer en la
tentación de hacer un uso reaccionario de la tradición que consiste en basar la
identidad en un calco del pasado. La identidad nunca cuaja definitivamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Nos hallamos situados en un fugaz e
irresponsable <i style="mso-bidi-font-style: normal;">presentismo</i>, sin presencia
del pasado y sin un horizonte de futuro “más humano, solidario, abierto, feliz
e interesante” al que aspirar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">En toda transmisión se da un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lugar de procedencia</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">un final de trayecto</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">En mi caso, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el lugar de procedencia</i> fue una familia en que fe cristiana que se
daba por sentada, era algo que creíamos garantizado. Pero esta fe sociológica,
baqueteada por la crítica intelectual de todo tipo y por la oleada de opinión “líquida”
que se iba alejando de ella, la he tenido que repensar mil veces y contrastar
con la vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Mis nietos ese lugar de procedencia ya
lo tienen más lejano, en los abuelos. Despiertan a la consciencia sobre este
asunto con los pre-juicios que sobrevuelan nuestra sociedad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El final de
trayecto</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">
actualmente ya no es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">destino</i> inevitable
sino una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">elección</i> personal. Esta solo
se puede basar en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">confianza</i> que se
funda en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">veracidad </i>de las
instituciones y de las personas que creen. Pero precisamente la falta de
veracidad de muchos creyentes –la mía en primer lugar- y de la misma iglesia
hace que el final de trayecto, la fe, no sea una aspiración deseada por las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nuevas generaciones. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Sin embargo, para construir el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">presente</i> necesitamos el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasado ausente</i> y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">futuro soñado</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El contenido de la transmisión, ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasado ausente</i>, necesita ser recreado y
contextualizado para que pueda ser recibido. Es lo que he tratado de hacer para
vencer la quiebra de la confianza en los transmisores. El final de trayecto ni se
da por garantizado ni es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">futuro soñado</i>.
La transmisión se hace muy difícil, en muchos casos se trunca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">En un mundo de la cultura del yo, la
religión a lo más es autoayuda, una vaga aspiración. Se aboga por una religión
a la carta, psicologizada según las apetencias de cada uno. El cristianismo no es
eso; su núcleo fundamental es el reconocimiento de Dios como Señor y la
preocupación real por el otro, por mejorar la vida de los demás. Si a la
religión se la desliga de la dimensión ética, se la desvirtúa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Escribí este texto para que lo lean mis
nietos cuando tengan la edad de entenderlo y de tomar el timón de sus propias
vidas por sí mismos. Animado por amigos que consideraban que muchas personas
están en mi circunstancia, lo ofrecí a una editorial que ha decidido
publicarlo. Me animaban diciendo que muchas personas tienen nietos en
circunstancias parecidas a las de los míos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Es mi herencia intangible. La dejo abierta
a quien quiera leerla porque también a mí algunas lecturas me han mantenido sensible
a la música de la fe. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-54571634111321995352019-03-06T06:01:00.001-08:002019-03-06T06:01:27.803-08:00LEER PARA SOÑAR E ILUSIONARSE<br />
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: #444444;">Solo es pedagogo de la lectura aquel a quien leer le entusiasma y es capaz de transmitir ese entusiasmo. Esta afirmación en palabras de un auténtico pedagogo de la lectura, Kepa Osoro, se desarrolla así:</span></div>
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: #444444;"><i>"</i>El placer de leer no es
natural, pero sí la necesidad de soñar e imaginar. Por tanto, animar a los
niños, a los jóvenes o incluso a los adultos a la lectura es derramar sobre
ellos toda la magia, el sentimiento, la fascinación y la pasión que anida en
las palabras escritas para conmover, enseñar y descubrir el mundo y para
entender al hombre. Animar a leer es educar el paladar lector, abrirlo
afinarlo…; es iluminar, ilusionar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: #444444;">Lectura verdaderamente motivadora
es la que transforma, la que emociona e, incluso, trastorna al lector. Animar a
leer es hacer sentir el libro y la lectura como algo necesario desde distintas
perspectivas: utilitarista, ideológica, formativa, académica, personal… Solo se
contagia a aquello que se siente, que se ama, que nos hace vibrar. Solo la
pasión discreta, serena, respuetuosa y sincera puede crear adictos a la causa
de la lectura.”<o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: #444444;">Este texto aparece en </span><i style="color: #444444; text-indent: 17pt;">La lectura en España. Informe 2002.</i></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-22381428250508853602018-12-27T07:23:00.001-08:002018-12-27T07:23:21.968-08:00PONER EN PALABRAS LAS ESPERANZAS<br />
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">El escritor marroquí Tahar Ben Jelloun
ha topado a veces con esta pregunta: “¿Para qué escribir en un continente de
analfabetos?” Y él contesta que precisamente se ha de escribir, y con más
exigencia, para ellos. “Ese pueblo merece que se escriba para él lo más grande
y bello que nuestro imaginario lleva dentro”.</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">Y se plantea así su responsabilidad: “Nosotros, que hemos tenido la
suerte de ir a la escuela y a la universidad, y el privilegio de librarnos de
la crueldad del analfabetismo, nos sentimos responsables, y debemos producir
una literatura que esté a la altura de la expectativas y los deseos de las
poblaciones a las que les gusta que les cuenten historias, les gusta soñar con
las palabras y las imágenes que nosotros les forjamos, y no según un modelo
único, sino según nuestra imaginación alimentada por sus existencias, su
condición y sus esperanzas. En realidad, entre esas poblaciones es donde
encontramos nuestras historias, y nuestra función consiste en intentar que
afloren a la superficie, extraerlas de la</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-indent: 17pt;">noche, ponerlas en palabras y darles forma. ¡Qué más da que nuestros
libros no estén en sus mesillas de noche, ni en sus bolsos o maletas! (…) Basta
con que sepan que lejos de ellas unos poetas, unos dramaturgos, unos
novelistas, unos historiadores escriben desde su dolor y sus problemas.”</span></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-4062356943861817082018-11-26T00:49:00.001-08:002018-11-26T00:49:12.104-08:00MENOS LECTORES, PEOR DEMOCRACIA<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Salta a la vista cuando vas en el Metro o en el tren que
hay menos viajeros que lleven un libro en las manos. Muchos de ellos, en
cambio, llevan el móvil en el que se informan o juegan.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Pero uno no debe fiar sus opiniones a las simples
impresiones que a menudo engañan. En este caso, sin embargo, esa impresión que
salta a la vista parece que viene confirmada por los datos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Esta misma semana he leído que la prensa alemana se hacía
eco de un estudio que afirma que el entramado de librerías del país que se va
debilitando. Eso ocurre porque se constata que Alemania, un país de sólida
tradición lectora, ha perdido en poco tiempo seis millones de lectores.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Comentando en tono de lamento esta noticia, el periodista
afirmaba que España ha perdido en el mismo tiempo un millón de lectores de
libros. La caída de facturación de las editoriales confirmaría esta significativa
disminución. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
No vale consolarse diciendo que los lectores se han
trasladado a otras tecnologías y que satisfacen su curiosidad por medios electrónicos;
allí se lee de otra manera, de forma mucho más fragmentada, a pantallazos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Los comentarios ligaban esa diminución de lectores de
libros, ejercicio que permite una reflexión continuada, al auge de los
populismos. Con 140 caracteres se pueden provocar muchos incendios emocionales
pero difícilmente se puede sostener un discurso razonado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Sin lectores de libros, cualquier país se pierde masa crítica
de población cultivada y también calidad democrática.<o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-87320377120741052462018-11-04T09:09:00.002-08:002018-11-04T09:09:48.166-08:00LA FORMACIÓN DEL YO Y LA LECTURA<br />
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="text-indent: 17.0pt;">
<span style="text-indent: 17pt;">Se van reduciendo o simplemente
eliminando los estudios humanísticos. En esta decisión de la maquinaria social subyace
la idea, como Zygmunt Bauman ha analizado en el campo de la sociología, de la
desaparición del sujeto: «La idea que prevalece en este momento en las
universidades es la de evitar las ideas (…) La clave reside en reducir el papel
de lo que es individual hasta anularlo»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 17.0pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 17.0pt;">
Pero este proceso no va a seguir
sin resistencias. Ricardo Piglia, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El último
lector</i>, abundaba en la idea de que “la lectura literaria ha sustituido a la
enseñanza religiosa en la construcción de una ética personal”. Se trata de
seguir manteniendo el yo y de escogerlo en la medida de lo posible. A menudo el
modo de vida que se elige vivir surge de modelos que se han conocido a través
de la lectura y que se busca repetir y realizar. El escritor argentino este proceso
lo ve en el Che Guevara. Lo que este se propone hacer en la vida nace de sus
lecturas. Antes de ser un revolucionario busca en las lecturas, consciente o
inconscientemente, ser un nuevo sujeto diferente del que era, ha creado por el
entorno burgués en el que nació y creció. Los trazos de personalidad que trata
de poseer los busca en los libros.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 17.0pt;">
Los textos literarios han
acumulado y decantado valiosísima experiencia social que merece ser preservada
y trasmitida. Cada vez que se lee un texto que la contenga esa experiencia se
trasmite al lector. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 17.0pt;">
El mismo Piglia recuerda ejemplos
reveladores de esta convicción. Recuerda, por ejemplo que el poeta ruso Ossip
Mandelstam, que murió en un campo de concentración de Siberia en tiempos de
Stalin, se consuela en sus últimos días leyendo textos de Virgilio a sus
compañeros de trágico destino.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 17.0pt;">
Cualquiera que lee en serio
siente que la lectura le provoca cierta metamorfosis. Descubre en los libros modelos
para su transformación. O sea, la lectura es una práctica iniciática. <o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-58048789556936847792018-10-16T01:58:00.003-07:002018-10-16T01:58:38.493-07:00(sin)MOTIVOS PARA LEER<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Mikita Brottman en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Contra
la lectura </i>(Blackie Books) enumera motivos que inducen a algunas personas a
leer: “el placer, el conocimiento, la obligación, la necesidad, la pereza y
–tal vez más a menudo de lo que pensamos- la lectura sin motivo”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
si a mí me hubieran hecho esa pregunta, por qué leo, hubiera
contestado algo parecido. Con una ligera discrepancia. Discrepancia solo de
matiz. Para mí el placer no es un motivo más, sino que penetra todos los demás.
Incluso la lectura por obligación o necesidad se va reduciendo al mínimo si no
va acompañada de cierto placer, porque, ante cualquier obligación, uno tiende a
escaquearse. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
No me refiero a un placer que asocie necesariamente a diversión,
pero sí al interés. Cuando uno hace lo que le interesa, aunque le sea
laborioso, ese<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hacer produce cierto placer,
cierta satisfacción. Lo que quiero decir lo entiende fácilmente un niño si se
traslada a otro terreno. El deportista que se machaca en los entrenamientos no
persistiría en su empeño si no experimentara un cierto placer, aunque sea un
placer diferido. Los niños protestan de que les pongan deberes escolares pero
no dejan de ir a entrenarse en el deporte que han elegido y soportan las riñas
del entrenador sin chistar. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
La pedagogía de la lectura ha de estar ligada no a hacer
comprender que leer es placentero sino a ayudar a experimentar placer en las
lecturas. Todas las experiencias que liguen la lectura con algún tipo de
satisfacción serán un buen camino que crear lectores. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Me referiré aquí a una: el coleccionismo. La afición a
coleccionar la tienen muchos en algún momento de la infancia o adolescencia. Animar
a un niño a coleccionar libros de un tema que le apasiona es el mejor camino
para que los vaya abriendo por iniciativa propia. Después, es más fácil que
salte de uno a otro y que esa experiencia le resulte excitante.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
Haber experimentado alguna vez que leer proporciona placer deja
al niño a las puertas de ser lector porque ¿quién no se presta a repetir
aquello que le gusta? <o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-2070699582166191082018-09-28T00:26:00.005-07:002018-09-28T00:26:56.583-07:00LECTURAS, TRAMPOLÍN DESDE EL QUE PROYECTARSE<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Montesquieu escribía: “Soy necesariamente
hombre…y soy francés solo por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>casualidad”.
Las personas crecemos y vivimos en el entorno real que nos ha tocado, donde se
dan los medios de vida que hacen posible nuestro desarrollo. ¿Se puede ir más
allá? ¿Cómo ir más allá de donde nos ha colocado el azar? ¿Cómo se halla el
hacia dónde y la energía para proyectarse? .<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Nuestro mundo no solo es el de los objetos
que nos rodean, o sea las condiciones materiales en que se desarrolla nuestra
vida, que sin duda condicionarán el desarrollo de nuestras capacidades
personales y la posición social que llegaremos a alcanzar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Las condiciones materiales en las que se alcanza
la condición de humano van acompañadas de todo un universo simbólico que
definirá nuestra identidad, creencias y aspiraciones.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si hipotéticamente, alguien no recibiera otro
influjo que el de su propia familia las posibilidades de aspirar a algo más que
aquello a lo que los suyos han aspirado serían muy limitadas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Esa coyuntura ha sido la común durante
muchas generaciones de manera que toda ellas han tenido prácticamente el mismo
horizonte y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no se han movido de él porque
su imaginario simbólico no apuntaba más lejos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
¿Cómo se rompe ese techo de cristal?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
En primer lugar, diré que hay personas
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no quieren romperlo. Hay quien se
encuentra tan bien con lo que le ha tocado que no desea mirar más allá. Todas
las ideologías que exaltan lo identitario suelen ir por aquí. ¿Qué hay en ello?
¿Pereza? ¿Rutina? ¿Miedo a confrontarse con lo exterior?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Pero las personas más despiertas aspiran a
ir más allá de lo que les ha tocado a su alrededor. La lectura es una de las ventanas,
tal vez la mejor, que abre los ojos a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>mundos insospechados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Los textos de los grandes autores están
llenos de esos mundos porque, como escribía María Zambrano, “las grandes
verdades no suelen decirse hablando. (El autor), al esforzarse por escribir, va
dejando palabras más verdaderas. Va creando mundos que acompañan al mundo real
de cualquier persona. Estos mundos, le arropan, le protegen, pero también le
catapultan. ¡Cuántas personas han descubierto en el silencio de la lectura las
claves de lo que les estaba ocurriendo y que tal vez les torturaba! ¡Y cuántas
personas, sobre todo, adolescentes y jóvenes, en la época en que se lee con
pasión han descubierto el trampolín desde el que proyectarse y el objetivo que
desean alcanzar!”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
El proceso de maduración de cualquier joven
se ve estimulado por determinadas lecturas que crean a su alrededor mundos
complementarios que enriquecen su mundo real. Sin ellas, ni siquiera hubiera
logrado conocer su existencia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-37602340736268374942018-08-22T02:33:00.002-07:002018-08-22T02:33:37.695-07:00CAPERUCITA EN NUEVA YORK: RENACIMIENTO DE UN PERSOANJE<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Carmen Martín Gaite pasó varias temporadas
en Estados Unidos dando clase. Por aquellos días estaba en Nueva York. Como
todos los humanos, vivía entre dos mundos, el que tenía delante, la gran ciudad
cosmopolita que, en buena parte, suponía una novedad, y el mundo que habitaba
en su memoria, su mundo, cercano y atesorado durante años de vida y de
lecturas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Tal vez andaba buscando un personaje para
darle vida en una nueva narración. O no. Quizás se lo encontró saliendo del Metro
o caminando por Manhattan y le impuso el deber de contar su peripecia. Era una
niña. Le pareció que la conocía. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Rebuscó en su memoria. Le suscitaba
sensaciones que ya había vivido. Trató de situarla en lugares por donde había pasado,
en casas donde había estado. Por fin creyó recordar haberla visto en algún
libro. El mundo de los libros es tan real como el otro cuando ya ha caído en el
pozo de la memoria. Aún no sabía en cuál. A menudo recordar las ilustraciones
le llevaba al libro y a los personajes que buscaba. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Le puso una capa y una capucha roja.
Alguna oscura razón le llevó a tomar esa decisión. De repente la reconoció: «Sin
duda es Caperucita Roja».<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Tal vez habían pasado ente sus ojos muchas
Caperucitas durante esas semanas que llevaba en Nueva York pero solo esa vez
fue consciente de que era ella. “Miramos una realidad cualquiera –un grupo da
árboles, una sombra que invade un cuarto al anochecer, un montón de piedras al
lado del camino-, miramos sin fijarnos, hasta que lentamente aquello que vemos
se revela como lo nunca visto y, simultáneamente como lo siempre visto…” Esta
observación de Octavio Paz puede servir para explicar lo que le ocurre a Carmen
Martín Gaite. Aquella niña atisbada en el Metro y a la que ha prestado especial
atención corresponde a aquella otra que lleva en su memoria desde sus primeras
lecturas infantiles. Es un personaje de un cuento que le despertó curiosidad y
sensaciones especiales, sencillo para que lo pudiera entender una niña pero, al
mismo tiempo, tan misterioso que aun ahora que ya es mayor y escribe libros le
resulta enigmático <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y lleno de interés. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Aquí arranca la historia. Carmen Martín
Gaite querrá saber cuál ya podido ser la vida de esta Caperucita Roja que vive
en Nueva York, un lugar extraño para un personaje de cuento. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
En literatura ocurren cosas imposibles. Un
personaje, una ingenua niña, que vivió en un tiempo mítico, fuera del tiempo
cronometrado, que fue a visitar a su abuela atravesando un misterioso bosque y fue
acosada durante su viaje por un lobo, ese animal provocador de todos los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>miedos ancestrales, resulta que revive en las
calles de la ciudad más emblemática de la modernidad, Nueva York. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Ese es un hecho de primer orden que excita
la mente de la narradora. Se le impone. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su presencia es una oportunidad y una orden. Carmen
Martín Gaite tendrá que seguir sus vicisitudes y contar esa historia. No puede
dejar de hacerlo. Y gracias que lo hizo, porque hoy podemos leer la fascinante historia
de una Caperucita que vino al mundo moderno y paseó por la calles de Nueva York.
<o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-67225100407373778362018-06-28T03:07:00.004-07:002018-06-28T03:07:46.216-07:00LECTURA REFLEXIVA: MADURACIÓN DEL PENSAMIENTO<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<o:p> Una de las mayores satisfacciones que tengo como lector es la animación de una tertulia de libros de pensamiento con la que llevamos ya varios años. Una muestra de lo que vamos leyendo es la próxima lectura programada: Se trata del libro de Michael J. Sandel <i>Justicia: ¿Hacemos los que debemos? </i>Estas lecturas son, sin duda, la mejor maneta de madurar el pensamiento.</o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<o:p>He aquí el texto con que presento el libro a mis colegas de tertulia. <i> </i></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: #535353; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">¿Cómo debemos actuar? ¿Cuáles son nuestros deberes hacia los demás? ¿Deben
los gobiernos recaudar de los ricos para ayudar a los pobres? ¿Es justo el
libre mercado? ¿Es siempre bueno decir la verdad? ¿Puede que a veces el
asesinato sea moralmente necesario? ¿Es posible legislar sobre cuestiones
morales?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Tan peligrosa es la noción demasiado abstracta de <i>justicia </i>como
la hipercrítica que nos pueda paralizar. Este libro no escapa a esa
ambivalencia. La formulación abstracta del término puede velar las relaciones
de poder pero, por otra parte, este texto presenta preguntas muy interesantes
que provocan la reflexión crítica del lector. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Sandel plantea la problemática de <i>la justicia </i>
condicionado por su entorno social, económico y cultural: la Universidad de
Harvard. Su argumentación es precisa pero no distingue de forma clara moral y política.
Además, desde nuestra tradición, nos llama la atención que eluda hablar del capitalismo
y el socialismo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Para él existen tres posturas respecto al tema de la justicia: la de los
utilitaristas, la de los liberales y la de los comunitaristas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Excluye el utilitarismo y critica el enfoque de los liberales, reacios a la
intervención del Estado tanto en temas de costumbres como económicos, desde una
postura moralizante sin cuestionar el mercado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Su opción es el comunitarismo que intenta dar sentido a la vida con una
narración desde la que construimos nuestra libertad. Pero ¿no será cuestionable
la dimensión comunitaria de una narración que parte de una identidad
supuestamente homogénea? Las narraciones comunitarias crean falsas identidades
colectivas a partir de lo étnico, lo cultural o lo nacional. También provoca
confusión su afirmación de que no podemos separar las convicciones morales y
religiosas de las políticas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">De todas maneras, Sandel plantea problemas morales interesantes, aunque a
veces sean desconcertantes porque esconde la tradición de socialismo
democrático que pretende combinar las virtudes cívicas con la libertad personal.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 17.0pt;">
<span style="color: #535353; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La asignatura «Justicia» que imparte</span><b><span style="color: #3b3b3b; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Michael J.
Sandel </span></b><span style="color: #535353; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">es una de las más influyentes de la
Universidad de Harvard. Más de mil alumnos abarrotan en cada sesión el aula
magna para escuchar cómo este pensador, que acaba de recibir el Premio Princesa
de Asturias, relaciona las grandes cuestiones de la filosofía moral con los temas
polémicos de la actualidad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945486661019824759.post-86897290376496028352018-05-25T23:03:00.004-07:002018-05-25T23:03:35.028-07:00PARA QUE LOS NIÑOS NO LEAN<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="text-indent: 17pt;">La lectura sigue gozando de prestigio también entre quienes
no la practican. Por esa razón todos los padres desean que sus hijos lean. Sin
embargo, muchos se comportan como si pretendieran lo contrario: que sus hijos aborrezcan
leer.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
He aquí los ingredientes para lograr que tus hijos no lean.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Que no te vean nunca con un libro. Verás cómo ellos corren
a buscar uno para ellos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Quítales de las manos lo que les gustaría leer, a menudo serán
cómics o libros ilustrados de humor o de deporte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-No les dejes nunca libros a su alcance no sea que se
empiecen a ojear alguno, se guste y se queden sumergidos en él y no los veas más.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Culpaos los padres uno a otro de que los hijos no leen
mientras vosotros a lo más ojeáis las páginas sociales o deportivas del periódico.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Castígalos a no leer cómics porque no leen los libros que vosotros
creéis que deben leer. .<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Deja de leerles libros antes de dormir con la excuso de
que ya son mayores para leerlos solos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-No vayas nunca con ellos a una biblioteca o una librería
no sea que aprendan el camino de su perdición <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Dadles la matraca con frases como “antes leíamos más”. Al
comparar ese antes evocado con lo que ven en ti en el presente se darán cuenta
de la importancia que tiene realmente para ti la práctica de la lectura. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Cuando tengas que hacer un regalo, elige cualquier
cachivache técnico pero no un libro. Eso no tiene valor suficiente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y no quedas bien haciendo ese regalo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Márcales el fragmento mínomo que deben leer sin haberlo leído
previamente para saber si les puede picar la curiosidad o los va a aburrir
soberanamente. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 17.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
-Si algún hijo sale lector a pesar de este programa, has
fracaso como educador. Te ha salido un hijo rebelde.<o:p></o:p></div>
<br />Jesús Ballaz http://www.blogger.com/profile/14876061726411385733noreply@blogger.com0